Luis Fonsi acaba de publicar el décimo álbum de su carrera, ‘Ley De Gravedad’, que contiene canciones que el cantante ha venido publicando en los tres últimos años, rescatado sobre todo ‘Date La Vuelta’, de 2019, como reclamo al final del tracklist porque es su único tema reciente con un funcionamiento solvente. De hecho, ‘Despacito’ sigue siendo su canción más popular en Spotify en este momento.
Una pesadilla que si bien le dio un tremendo boost internacional a Luis Fonsi, se ha convertido en una piedra en el camino en términos largoplacistas, porque tiene una sombra de la que le es imposible escapar. Porque si lo pensamos fríamente, Luis Fonsi no es un artista que debiera estar compItiendo para el mercado de streaming en la actualidad. Debería estar en una situación más cómoda con la carrera que tiene a espaldas, pero sigue tratando de pelear cifras en los mismos términos en los que lo hace Sebastián Yatra, por ejemplo, lo que no hace sino añadirle más peso a su mochila.
Ejemplo perfecto es ‘Dolce’, el tema que sirve como uno de los colchones del lanzamiento del disco, que podía haber sido una canción pop simpática, pero está lastrada una vez más por los ritmos reguetón que él considera que le añaden atractivo de cara a su consumo. Y empieza a sonar bastante antiguo incluírselos a una canción que claramente no es de ese género.
Para colmo de males, a alguien se le ha ocurrido disfrazar a Luis Fonsi y sus cuatro bailarines del vídeo de ‘Dolce’ de Boyzone el día de su retirada, y el vídeo oficial del tema luce, en su 50% casposo, a baile que un novio random le hace a su mujer el día de la boda, asegurando además, con gesto sufrido «que lleva tres días ensayándolo a full».
Con lo decentito que luce en las escenas de neón y playa…
