A las 10:30 de la mañana de ayer, una mujer del servicio de la casa de Lisa Marie Presley encontró a la cantante y actriz sin respiración en la cama. Fue trasladada apenas seis minutos después al hospital, donde al parecer llegó aún con pequeñas señales de vida, pero falleció poco después. La artista se iba de viaje tras un paro cardiaco a los 54 años, apenas con diez años más de los que su padre tenía tras fallecer por las mismas consencuencias.
Elvis Presley cogía un viaje de ida en Nautalia en 1977 a los 44 años tras serios problemas con el consumo de sustancias, el mismo problema que Lisa Marie arrastraba desde que dio a luz a su primera hija y le fueron recetados tranquilizantes. Años después hablaría sin tapujos del problema de adicción a los mismos que sufría.
La vida de Lisa Marie fue un épico acto pop en sí mismo: no sólo es que fuera la única hija de Elvis Presley, es que además fue la mujer de Michael Jackson. Lisa Marie llegaría a publicar tres álbumes, aunque sólo el primero de ellos, ‘To Whom It May Concern’ llegó a hacer algo de ruido, dándole un disco de Oro en Estados Unidos (fue #5 en Billboard) y un primer single, ‘Lights Out’, que arañó un puesto #16 en el Reino Unido, aunque nunca llegaría a pisar las listas americanas.
La última vez que se dejó ver Lisa Marie Presley fue hace apenas unos días, en la ceremonia de los Globos De Oro, a la que acudió como acompañante del premiado Austin Butler, que hace el papel de su padre en ‘Elvis‘. Una actuación que tanto la fallecida como su madre, Priscilla Wagner, calificaron como «increíble«. Unos días antes de la entrega de premio, Lisa Marie había acudido, como anualmente, a la casa de su padre en Memphis para honrar su memoria el día de su cumpleaños.
