En apenas unos días, el 17 de febrero, se pondrá a la venta ‘Trustfall‘, el nuevo álbum de Pink. Lo hará cuatro años después del último, ‘Hurts 2B Human’, que acabó con su buena racha comercial. En cierto sentido, es bastante lógico que Pink empiece a tomar ese caliz de artista senior que ya no mueve las cifras de antaño pero sí un buen número de tickets. Es complicado arrastrar un fenomeno ad-aeternum con hit singles y discos millonarios. Bastante que mantuvo ese status durante 17 años prácticamente ininterrumpidos.
Lo malo es cuando se ve que intentan mantener ese punto de hits: le pasó en el álbum anterior, con colaboraciones ciertamente absurdas y tendencias que seguía sin que la representaran en absoluto y parecía volver a ocurrirle ahora con el anterior single, ‘Never Gonna Not Dance Again’, que a nivel sonido era de un genérico espantoso y encima tenía un vídeo en el que parecía recién salida de ‘Missundaztood‘. Se sentía todo muy trying-too-hard y así salió. Y eso que ha salvado los muebles con un top50 en el mercado británico, en el que está aún en escalada.
El segundo single, ‘Trustfall‘, es bastante más relajado. Representa a esa Pink senior que está por encima de su posición en Billboard y Spotify. Y sí, es un poco “el mismo single de cada año”. Es súper reconocible. ¿Pero no debería serlo llegados a este punto? Pink debería tener cierto tinte de establishment, de saber qué vamos a escuchar cuando la escuchamos, aunque nos deje margen a la sorpresa.
En este caso, ‘Trustfall‘ tiene una producción interesante, tampoco es que repita de pe a pa los trucos de la Pink de antaño. Pero sabe a algo conocido, no se lanza a una experimentación loca ni a una nostalgia mal entendida. Tiene una buena construcción, un buen desarrollo y una melodía recordable. Y sobre todo, a una Pink muy en su papel, sin necesidad de exagerarlo.
Esperemos que el disco completo beba más de esto y menos de música disco en patines.
★★★½
Será tu rollo si: tienes el sueño de vivir en los bosques de Canadá, le pides al peluquero que te rape un lado de la cabeza, compras lycra en Pontejos.
