J Balvin ha lanzado un nuevo single, lo que es una buena noticia porque es de los artistas latinos que mejor toleramos y valoramos, con lo que teníamos intriga por descubrir cómo sonaba. Y oye, ‘Contra La Pared’ es bailable, pegadizo, perreable, y contiene a Sean Paul como ilustre invitado. Ya, ya se lo que estáis pensando: Jesús, con lo bien que íbamos, y ya se nos ha colado Sean Paul en medio.
Sean Paul es como la versión musical de esa mosca del picnic de verano. Estás encantado con lo que te rodea, disfrutándolo, riéndote, pero cada pocos segundos, hay una mosca yendo y viniendo que te pone de los nervios y te corta todo el rollo. Ese es Sean Paul. Y no nos referimos a únicamente aquí, Sean Paul es esa mosca en cada sandía a la que hinca el diente. A veces es más fácil de espantar, otras veces es directamente un tábano que no se queda tranquilo hasta que te deja un moratón por picadura.
Pero curiosamente, en ‘Contra La Pared’ hay un invitado aún más irritante: ¿quién? Porque a decir verdad, de primeras sólo se nos ocurría que pudiera ser peor de aparecer, qué sé yo, Shaggy. O Pitbull. O Shaggy con Sting y Pitbull. Pero no, resulta que el invitado es musical y se expresa a modo de pitidito continuo durante todos los versos. De modo que, cuando llega el estribillo, uno respira. Pero ahí sigue el pitidito poco después, con lo que todo termina siendo una de esas torturas acuáticas en la que tu torturador te permite tomar aire durante apenas dos segundos.
Si con las escuchas y las semanas ese pitido termina resultado más hook que molestia, ya lo veremos: recordemos que otras canciones irritantes han conseguido superar ese bache inicial, y si no, que se lo pregunten al smash que es ‘Get Right’ de Jennifer Lopez. Y era molesto de cojones.
