El sexto álbum (!) de Sabrina Carpenter, Short N’ Sweet, ha sido uno de los grandes éxitos del pop del pasado año: ha conseguido hacer de sus cuatro singles éxitos globales, ha vendido más de tres millones de copias y ha culminado el recorrido con dos premios Grammy debajo del brazo: mejor álbum pop y mejor interpretación pop solista por Espresso.
La forma de celebrar toda esa racha de éxito ha sido publicar una versión extendida del álbum, igual de Sweet pero menos, erm… Short. Cinco temas extra entre los que se encuentran la canción con mejor acogida -nunca sabe uno ya si es nuevo single o simplemente el tema que mejor ha posicionado Spotify-, Busy Woman, y el duo con Dolly Parton en una revisión de Please Please Please a la que la pareja le ha dado un videoclip formal. Baratito, pero formal.
Sabrina y Dolly tenían un coche, un extra y cinco dólares en el bolsillo y pensaron: ¿cómo podemos hacer esto rápido y bien? Pues manteniendo el puntito de humor que ha inundado todo el lanzamiento, pero también el punto creepy que ha tenido. De modo que Dolly y Sabrina llevan compañía en su furgoneta y huyen de la policía a modo de Thelma y Louis.
Hay dos cosas que Sabrina ha hecho para adecuar el single a la presencia de Dolly: por un lado, acercarlo más a Nashville con toques más folk y country -algo a lo que se prestaría prácticamente todo el disco, si se escucha con detenimiento, a pesar de sus claras intenciones de pop fresquito- y censurarlo. Poner a Dolly Parton a cantar ‘motherfucker‘ pegaría todo, la verdad, pero a estas alturas de su juego queda más elegante que diga ‘like the others’ en su lugar. Y las radios americanas más conservadoras también agradecerán el giro argumental.
La versión en vinilo de Short N Sweet en su edición deluxe ya está a la venta y se convirtió en #1 en Amazon hace unos días, no solo por el éxito del disco en sí, sino porque la plataforma lo publicó con un precio erróneo, a 24 euros en vez de los 38 a los que acabó oficialmente. En estos momentos, la web solo vende la versión en CD.
