Natalia Lacunza está a escasas horas de poner a la venta su nuevo EP, ‘Duro‘, que llega con una carátula muy dosmilera, como llevando los Osos Amorosos al fondo de pantalla de tu primer Nokia en color. La recurrente fantasía de los que los dosmiles eran sin haberlo sido realmente nunca. Los dosmiles son un poco los ochenta, que nos creemos que todo eran Jem Y Los Hologramas cuando realmente era todo Ana Torroja haciéndose un croptop con un tapete. Pues esto igual pero dos décadas después.
Y aunque la carátula del EP vaya por esos derroteros, el imaginario del nuevo single, ‘Verdadero‘, no tiene demasiado que ver. De hecho, acompaña a la canción llevando a Natalia al sueño humedo de un activista de Greenpeace que es, en realidad y en secreto, heredero del imperio de un competidor directo de Domino’s Pizza. Natalia aparece correteando por Tenerife con un vestido blanco, ligero, sutil, un poco como la canción. Camina entre los bosques, observa la puesta de sol desde lo alto de un acantilado, conduce en medio de la nada deseando, por un lado, sentir el viento en la cara, y por otro, que no se le pinche ahora una rueda porque el pueblo más cercano está a 42 kilómetros.
Natalia Lacunza luce el espíritu de ‘Verdadero‘, que tiene ese punto intimista tan ella, interpretado como si una quisiera componer un hit bailable estando en la terraza de Café Del Mar, mientras se rodea de naturaleza. En realidad, qué más ‘Verdadero‘ que los paisajes y vivencias del clip, las cosas como son.
‘Duro‘ llega mañana, 29 de septiembre, con cinco tracks -de los que ya conocemos tres- y acompañado de una edición física en formato de diez pulgadas.
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Será tu rollo si: te haces collares de margaritas en verano que se pochan en cuatro horas, tienes pendientes de madera pintados a mano, odias lavar cortinas y las llevas a la tintorería.
