Liam Payne está de promo, y es que es el momento de inflar los registros de ‘Familiar’, ahora que su single se empieza a acercar al top10 británico tras unas exasperantes semanas rondando el top20, y ahora que los ingleses están con ganas de salir al sol, y tomarse un vermú con oliva fingiendo estar en la costa mediterránea.
Y el One Direction ha decidido aprovechar el momentum -cómo nos gusta esta expresión- visitando el show de Graham Norton, al que no ha llevado a J Balvin, motivo por el que, imaginamos, se ha pasado toda la canción con gesto de estar viviendo la pérdida de un ser querido en directo. Y es que Payne empieza a acostumbrarnos a esa cara para todas sus canciones. ¿Sugerente? Cara de pena. ¿Balada? Cara de pena. ¿Latino Keeng? Cara de pena. Y claro, al final, por mucho que uno infle la actuación de coreografías, se ponga shaking las marracas non-stop y haga un buen directo, nos quedamos con las ganas de saber qué vídeos de gatitos tristes le han pasado antes de salir el escenario.
Más que nada para que puedan explicar esto:
En la primera imagen, parece que Liam se haya dado cuenta de que ha pisado un caracol en un día de lluvia, en la segunda se está despidiendo de Bear antes de salir de gira, la tercera es la cara que puso cuando Cheryl le estrenó ‘I Don’t Care’ y en la última, una señora de mediana edad no paraba de llamarle Niall.
Cuidado, porque frunciendo el ceño empezó Mark Whalberg para hacerse el sexy y no hay toxina botulímica que arregle ahora ese cañón del colorado, señor Payne. Por lo demás, las cosas como son: ‘Familiar’ sigue siendo el banger latino-cervecero que los británicos y europeos merecen en 2018.
