El Timbaland de nueva era, DJ Khaled, ha aprovechado su actual gira junto a Demi Lovato por Estados Unidos para lanzar un tema conjunto, tan poco inspirado como el último que ha editado junto a Beyoncé y Jay-Z. De verdad que, por lo menos, podía ponerle algo más de intención, como cuando hizo ‘Wild Thoughts’, que a estas alturas parece la excepción que confirma la regla de su mediocridad.
El caso es que Lovato y Khaled quedan unidos en ‘I Believe’, de corte pop-R&B, sirviendo de banda sonora la última película de Disney, ‘A Wrinkle In Time’, que también cuenta con el regreso de Sade tras casi 10 años como uno de sus ganchos. La pareja ha estrenado el vídeo de su canción, que por cierto, cuenta con los peores efectos especiales que recordemos en un vídeo -bueno no, porque recordamos ‘I Want To Know What Love Is’, de Mariah-.
Por otra parte, Demi ha sido noticia esta semana por una de sus anécdotas, convirtiéndola a ella en American Lolita Flores, y dándonos a nosotros una dosis de esa Demi Lovato que más nos gusta, la divertida y políticamente incorrecta. Breve recordatorio para que entendáis por donde van los tiros:
- En la última Gala Met, coincidieron Demi Lovato y Nicki Minaj.
- Nicki Minaj se hizo una foto con ella y con el diseñador Jeremy Scott, pero no etiquetó a Demi.
- Demi colgó una foto en su Instagram en la que Nicki salía con clarísima cara de shade. Esta:
- Después, también colgó esta otra, afirmando no saber por qué Minaj no la etiquetó en el posado:
Pues bien, ahora ha hablado con US Weekly sobre aquella noche, que por poco la lleva a recaer en su adicción al alcohol:
«Mi experiencia en la Met fue terrible. Había una famosa que era una auténtica zorra y era un horror estar cerca de ella. Era súper elitista. Recuerdo estar tan incómoda que quise darme a la bebida.»
Tampoco hace falta unir demasiados puntos para saber que está hablando de la señora Minaj, que es altiva a más no poder. Que oye, forma parte de su encanto como popstar, las cosas como son, pero tampoco nos encantaría estar un rato largo a su lado, porque es una petarda. Si no habéis visto aquel docu-reality que hizo, os animamos a ello, porque su soberbia es inalcanzable.
La cuestión es, ¿se dio Demi a la bebida? Parece que no, porque para las 10 de la noche, ya estaba en una reunión de Alcohólicos Anónimos:
«Me cambié, pero aún llevaba la joyería encima, millones de dólares en diamantes en una reunión de AA. Y curiosamente, me sentí más identificada con gente sin hogar que estaba en la reunión que con gente de la gala Met. Al menos ellos habían pasado por los mismos problemas con los que yo tuve que batallar.»
