Hubo gente anoche que se quedó viendo ‘Operación Triunfo’ para descubrir si Blas Cantó era capaz de entonar bien ‘Universo’ o su directo iba a ser un cuadro más a añadir a la galería permanente que en España tenemos con Eurovisión. Poco han debido seguir a Blas Cantó, que hace gala de una afinación prácticamente pitch-perfect de continuo, si su temor era el de que no estuviera vocalmente a la altura.
Podéis escuchar este y otro puñado de hits en nuestro A-List de Spotify:
Evidentemente, Blas firmó una buena performance a nivel vocal y personal. Sí, se hizo sus Alejandro Fernándezs habituales, con posturas corporales dignas de estiramientos previos al aquagym, sus manos al aire del corte de «va por ustedes», su «se les quiere» del final -dirigiéndose de usted a un público entre los 13 y 24 años, maravilloso- y sus paseillos por el escenario como poniendo a prueba la sisa del pantalón, pero eso era exactamente lo que esperábamos de Blas.
No esperábamos tanto que sacara a pasear a su alter ego Bliss Cantó, su particular EMEIE. Pero también lo hizo, y el estribillo sonó más bien a «pirdinimi, pirdinimi, ini, inivirso», como si fuera él el meme de Daenerys Targaryen hecho persona. Es un poco irritante porque nos termina distrayendo del punto central, pero terminaremos aceptamos Bliss como parte del artista en general. Imaginamos que quitarle eso sería como quitarle la voz ronca a Sabina o la postura de lumbalgia a Beret.
Por lo demás, poca sorpresa: visuales de cielo estrella de fondo, mucho contraste de focos y la aparición, un tanto WTF y con escaso objetivo, de los humanos del vídeo oficial de la canción en la segunda mitad. Nuestro terror sigue siendo el de la escenografía el día del Festival, tan -TAN- necesaria para conseguir sacar brillo a algo más que al propio Blas, que no necesita que le pasen la pulidora, como ya hemos comprobado todos.
