Parece que después del éxito de su paso por Hyde Park, Adele se ha puesto las pilas de cara a dar algo de vida a aquel disco que ya yace bajo tierra, ‘30‘. Una promoción que dejó totalmente colgada, sin prácticamente apariciones públicas y aún menos singles, después del fiasco de Las Vegas.

El pasado mes de enero, y a apenas horas de arrancar con los conciertos, la cantante cancelaba su residencia americana alegando problemas de producción y fechas relacionadas con la pandemia del Covid. El argumento se quedaba sin demasiado peso bastante rápido y poco a poco se fue desmontando hasta casi ser vox populi que Adele había cancelado el show por estar disconforme con la escenografía.

Esta teoría toma más fuerza ahora, cuando la cantante ha explicado que retoma este proyecto imaginario entre noviembre de 2022 y marzo de 2023, añadiendo ocho fechas más a las pactadas en un inicio:

«No hay palabras para explicar lo entusiasmada que estoy de poder anunciar las nuevas fechas de los shows. Me rompió el corazón tener que cancelarlos, de verdad.

Pero después de lo que ha parecido una eternidad en cuanto a la logística necesaria para el show que quería ofrecer, y tras saber que puede ocurrir, ¡estoy más impaciente que nunca! Y sé que para muchos de vosotros aquella decisión que tomé fue una decisión horrible, siempre lamentaré que fuera así. Pero os prometo que fue la acertada.

Estar con vosotros en un espacio íntimo cada semana es algo que he estado esperando con impaciencia y voy a daros lo mejor de mí. Gracias por vuestra paciencia,

Adele.»

Sin embargo, el descontento de los fans, que jamás recuperaron la inversión inicial del viaje a Vegas, aún habiendo sido plantados estando ya allí mismo, no se ha pasado del todo. Y es que ha surgido un nuevo drama: a los compradores que originalmente no pidieron la devolución de las entradas no se les ha pedido que elijan una nueva fecha, sino que se les ha asignado automáticamente una nueva dentro de la nueva serie de shows.

Muchos de ellos están expresando ya su frustración en redes sociales por no poder acudir en las fechas que les han sido dadas. Decía Adele, a su paso por el Reino Unido, que era muy consciente de que ella había salido más o menos bien parada de este fiasco por ser quién es, y que no se podía imaginar lo que hubiera pasado de haberlo hecho cualquier otro artista… y cuánta razón llevaba. Esta ha sido una chapuza épica, la verdad, muy poco habitual en la liga en la que Adele se mueve. O movía hasta ‘30‘, al menos.

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