It’s Britney, bitch, pero parece que a estas alturas de la partida a nadie le sorprende ya un susurro en playback o un paso de baile más similar al de las bailarinas de Chiquilicuatre en Eurovisión que a uno de ella en 2004. Lo cierto es que Britney se ha marcado un buen álbum con ‘Glory’, pero sigue arrastrando su vagancia escénica y el hecho de que viva perpetuamente encadenada a Las Vegas cual si fuera una estrella de 1950 de un cabaret de Ohio. Hay que ponerse las pilas, querida Shitters.
Calum Scott se ha llevado dos Premios Amaro en su primer año en la música, y eso que al muchacho sólo le ha dado tiempo a lanzar este cover de Robyn y un single más. Pero el resultado es justo: no puede uno presentarse con semejante bodrio de cover. El concursante de ‘Britain’s Got Talent’ ha superado a otros contrincantes mucho más populares, con que, imaginad lo terrible que ha debido ser el impacto de su debut, un auténtico hitazo de 2016 en el Reino Unido.
Después de una nefasta temporada de ‘The X Factor’ en 2016, el dúo Reggie’N’Bollie terminó tratando de disputar la victoria a una Louisa Johnson que se coronaba sin más remedio después de una trágica versión del grupo del single de ganador. Reggie ‘N’ Bollie volvían a la carga a lo largo del pasado año con una canción del verano bastante facilona, pero no a la altura de los festivales veraniegos que montaban cada semana en plató. Al final, y contra todo pronóstico, Louisa se lo montó mejor y ya encadena un par de hits.
Red One rodeado de famosos rodando el vídeo para ‘Don’t You Need Somebody’, un quiero y no puedo de hit, que para variar, las emisoras españolas radiaron hasta aburrirnos aunque nadie, absolutamente nadie en el mundo estuviera prestando atención a la canción. De hecho, el cuarteto de nombres que acompañan al productor no puede ser más lamentable. Enrique sin saber muy bien qué hacía ahí, un artista so2001, una actriz y cantante wannabe y un one hit wonder. Estaba claro que no podía salir nada bueno.
Este es otro de esos Premios Amaro que no nos veníamos venir, pero que en los últimos días ha tomado la delantera y ha conseguido arrebatar el premio a Fifth Harmony, en la única categoría que parecían ir a ganar. El giro argumental ha llevado al quinto álbum de estudio de Olly a llevarse el premio al peor álbum del año, y es que a pesar de un single de arranque estupendo, ‘You Don’t Know Love’, el resto del disco nos dejaba pensando en qué momento habíamos perdido al Olly que tanto nos gustaba. Veremos si vuelve a encarrilar su carrera.
Este estaba cantado: Britney Spears desechaba un vídeo rodado por David Lachapelle que tenía verdadera pintaza según sus filtraciones, para terminar montándose un casting plagiado de un clip noventero de Toni Braxton. Cutre hasta la saciedad, el pegote de las escenas en las que sale en triquini y el falso affair con G-Eazy, trágicamente perdido por mantener un único plano en la escena, condenaron a ‘Make Me’ a ser uno de los peores clips que recordamos de Britney. Y ya está bien de ediciones de última hora amiga, si te vas a rajar al ir a lanzar un proyecto, procura no grabarlo.
El amago latino de Tinie Tempah no funcionó nada, pero nada bien. El artista no conseguía pasar de un #45 en UK cuando su puesto más bajo en las islas había sido un #24 con el séptimo (!) single de su debut. Parece que la unión de maracas y menciones a Amber Rose y fotos sucias en Instagram no fue la fórmula perfecta para convencer a los británicos y tampoco a vosotros, estimados lectores, que lo condenáis a ganar su primer Amaro.
Os hubiéramos puesto una demanda por lo penal de no haber coronado a Calum Scott en esta categoría y eso que lo habéis hecho con un resultado más o menos ajustado. Calum convirtió el modesto pero brillante hit de Robyn en una balada de catálogo de ganador de talent show y lo peor es que la gente la compró cual si fuera esto el nuevo ‘Someone Like You’. Miren oigan, esto se compuso con la intención de ser una pista de dance trágico, no para que lo trágico sea su falta de orquestación. Dejen en paz a las familias.
La vagancia hecha carátula, un miserable fotograma del clip de ‘Make Me’ con una tipografía bastante pobre que a más de uno le dejó con cara de ¿pero para esto, por qué no ha utilizado la portada del single para el álbum y viceversa? El equipo de Britney no suele atinar con las carátulas de los discos, pero es cierto que en esta ocasión es cuando menos intención han puesto.
Disputado ha estado este premio porque ‘Can’t Stop The Feeling’ ha hecho sus méritos, pero sin duda, el número uno más cargante del año ha sido el de The Chainsmokers y Halsey. Que sí, era una canción mona y bastante resuelta hasta que nos la han metido hasta bajo la sopa. Se han ido de las manos sus semanas en el liderazgo y al final, resulta de esas canciones a las que uno pilla especial manía. En cualquier caso, The Chainsmokers tenían muchas papeletas para llevarse este premio, también estaban nominados por ‘Don’t Let Me Down’.
Y sí, aunque en los dos principales mercados musicales, UK y US, el último single de Jennifer Lopez ha pasado sin pena ni gloria, la artista conquistaba Latinoamérica y Europa con esta cargantísima producción de Dr Luke coescrita por la no menos cargante Meghan Trainor. Una base repetitiva, sin apenas cambios en su instrumentación y unos versos que no eran tampoco el colmo de la originalidad, y ¡bam! Jennifer ha vuelto a salvar los muebles cuando parecía que había desmontado medio Ikea.