Esta vez queremos dedicar algo más de tiempo a analizar lo que nos ha parecido el último curso de lanzamientos, desde julio del pasado año hasta este, y para ello, vamos a contaros qué es lo que hemos visto en cada nominado en las categorías de los Premios Yudeo 2018.
Recordad que podéis seguir votando, hasta finales de mes, a través del siguiente link:
Vamos a detenernos en la categoría de Mejor Álbum, estos son los nominados:
El premio gordo, amigos, en las manos de cinco candidatos de raíces bastante diversas: por un lado, los dos artistas más nominados del año, Pablo López y Ruth Lorenzo, que compiten con ‘Camino, Fuego Y Libertad’ y ‘Loveaholic’. El primero, por dar forma a una colección de canciones que dota de significado el concepto álbum: once temas cohesionados, que siguen un hilo y que perpetúan el perfil de storyteller de López. El cantante da cuenta del mimo que pone en las letras, melodías y arreglos a lo largo del trabajo completo.
El caso de Ruth es distinto, porque se presenta con un álbum menos hilado, más diverso, pero con piezas seleccionadas para exponer su capacidad camaleónica y de adaptación. Una colección de temas que presentan a Lorenzo como pieza fundamental del pop del país, conocedora de tendencias, y sobre todo, más consciente de si misma que en la etapa de su debut.
Además de ellos, compiten por el premio a Mejor Álbum dos reyes del urban, cada uno en su estilo. C. Tangana, que ha redefinido con ‘Ídolo’ los sonidos del hip-hop y rap del país, desde una multinacional y sin andarse con rodeos, rompiendo además los moldes establecidos de los lanzamientos de discos en el país, y J. Balvin, que ha sabido trabajar con la electrónica latina como pocos de sus compañeros: el colombiano ha sido ambicioso, progresista y en ‘Vibras’ ha recopilado un montón de buenas ideas con una mejor apariencia. ¿Quién dijo que el reggaetón no podía ser cool?
La quinta en la balanza de nominados es Vega, que al igual que ocurre con López, ha vuelto a exponerse como una de las mejores narradoras de historias en ‘La Reina Pez’. Inspirándose en sonidos del rock de hace unas décadas, Vega ha teñido su álbum de espíritu rebelde pero contenido emocionante, un volumen de canciones que, además de su faceta de compositora y letrista, dejan ver lo precioso de su uso de la voz. Tremendamente personal, pero al tiempo, tremendamente accesible.
Y vamos ahora con los cinco candidatos internacionales: una banda, dos hombres y dos mujeres. Empezamos por uno de los mayores fiascos comerciales del año, el regreso de Christina Aguilera tras años de silencio, que está aprovechando poco el contenido de ‘Liberation’: buenas canciones, un regreso al estilo que jamás debió abandonar y el buen gusto de una intérprete magnífica que, 20 años después de su debut, aún sabe con quién sacarse las castañas del fuego.
Una de las colaboradoras del disco, de hecho, también está nominada: Julia Michaels se presentaba con su primer “largo”, un trabajo de 8 canciones, ‘Nervous System’, que la han posicionado como una de las mejores compositoras del mundo del pop, refrescando el concepto, coqueteando con mucha sutileza con R&B y electrónica y haciendo ver que su presencia, delante o detrás de las cámaras, estará asegurada por años.
Los dos hombres nominados tienen un gusto estupendo para sus estilos: Miguel ha vuelto al panorama musical con ‘War & Leisure’, un trabajo más centrado que sus anteriores, con las mismas referencias al funk, soul e incluso rock americano de décadas atrás, pero mejor hiladas dentro de un R&B contemporáneo que muestra que el estilo puede seguir teniendo un punto clásico y ser comercial. Charlie Puth, por su parte, ha conseguido en ‘Voicenotes’ firmar un disco que lo represente, librándose de los clichés estilísticos de su debut, y haciendo gala de un sex-appeal tremendamente elegante y bailable.
La banda nominada, Years & Years, ha demostrado que la espera por su segundo álbum, ‘Palo Santo’, ha merecido la pena: su colección de canciones estrictamente pop demuestran que los británicos siguen sabiendo sacar todo el partido a sus composiciones sin terminar cediendo ante ningún estilo fuera del suyo. Un soplo de aire fresco lejos de la sobreproducción o experimentación de otros grupos en los últimos años.