En los últimos días, Twitter se ha convertido en un arma de doble filo para Aitana, segunda finalista de ‘OT’, que lanzaba ‘Teléfono’, su primer single, el pasado viernes. Desde entonces, la red social se ha dividido entre mensajes de apoyo y mensajes de crítica, generando cierto estrés a la cantante, que reconocía “no entrar muy habitualmente a Twitter” por sentirse dolida con algunos de los comentarios.
A este respecto, Xavi Martínez ha escrito una serie de tuits sobre el caso, saliendo en defensa de la triunfita y pidiéndole a la gente que modere el tono de sus comentarios, con un irónico “seguid haciendo sangre”. Y por un momento, Martínez tiene toda la razón: una cosa es criticar a Aitana la producción del tema, criticar que no gusten sus arreglos vocales, la letra, el vídeo, o sea lo que fuere que pueda no gustar. Y otra cosa, es dejarle un mensaje que simplemente rece “menuda p*ta mierda de canción”.
Porque es cierto que vivimos en una era en la que los artistas tienen que leer cada opinión de la gente a través de las redes, y generalmente estas se debaten entre el “reina, qué maravilla” y el “qué p*ta basura”. Nosotros mismos, que somos lo más puñetero del universo, al menos tratamos de aportar un punto de razonamiento a todo lo que criticamos, acertemos con nuestro punto de vista o no.
También convence Martínez cuando dice que el single es sólo el “punto de partida” de la carrera de Aitana, y esto también es cierto: ni siquiera hemos escuchado el álbum, que podría tener cosas bastante más interesantes -la triunfita ha estado grabando temas con El Guincho, por ejemplo-. Incluso su segundo single podría ser bastante mejor.
Tampoco está de más dar margen a los artistas, no olvidemos -salvando las obvias distancias- que el primer single de Ariana Grande era también una canción de catálogo R&B facilón, o el primer single de Selena Gomez y Demi Lovato -que sufrían también el arrastre de un proyecto televisivo-, puro pop facilón que caducaba tras tres escuchas.
Ahora bien, a Xavi Martínez se le va la pinza cuando intenta convencernos de que ‘Teléfono’ es “puro 2018” y de que tiene “esencia pop/R&B”. Francamente, no. Y pasamos a intentar explicarlo.
Puro 2018 no es, porque ‘Teléfono’ forma parte de esas canciones de catálogo entre el pop y los ritmos latinos que nos hemos inventado en España pero nadie más en el mundo está haciendo: Ana Mena, Ana Guerra, Aitana, Natalia… todos esos ritmos pretendidamente internacionales que obvian por completo lo que se está haciendo fuera de España. Ni Anne-Marie, ni Dua Lipa, ni Troye Sivan, Mabel, Jess Glynne, Camila Cabello o Khalid están sonando a esto, y ellos, y no Aitana, marcan 2018. Este estilo es la versión actual de cuando hace dos décadas Vale Music fingía producir música “latina”, y teníamos a Raúl o David Civera haciendo híbridos que en América Latina tenían la credibilidad que nosotros os digamos.
Por tanto, no es 2018, es anacrónico, porque es como mezclar el estilo de Julia Michaels con lo que lleva Natalia haciendo 10 años, quedándose en una nada que no se entiende más allá de nuestra frontera.
Pero Xavi Martínez continúa con su explicación:
Llamadnos raros, pero en los noventa, nuestro playlist de R&B tenía a Toni Braxton, Whitney, Destiny’s Child, TLC, Aaliyah, R. Kelly… ¿de verdad vamos a decir que ‘Teléfono’ se inspira en cualquier canción pop-R&B de la época? ¿De verdad vamos a poner ‘Teléfono’ al lado de ‘You’re Makin’ Me High’ o ‘Waterfalls’ y pretender que tiene alguna inspiración en aquello?
‘Teléfono’ se inspira en ‘Issues’, punto y final, porque es el único referente que los productores de Aitana tenían para satisfacerla en una producción que se nota recalibrada, porque insistimos: la canción está pensada con una onda la-ti-na. Básicamente porque es algo que podía haber cantado Ana Guerra si hubiéramos mantenido la base del atún-con-pan.
Por tanto, defendamos que Aitana puede convencer con lo siguiente; defendamos que ‘Teléfono’ puede ser decepcionante pero desde luego no es una chapuza épica; defendamos que, si Ana Guerra se ha ido de rositas con una canción técnicamente más básica -por no entrar en el debate de “peor”-, Aitana no merece que nos echemos a la yugular. Pero no intentemos vender que ‘Teléfono’ es lo que no es: lamentablemente, la triunfita se ha comido una canción de catálogo reciclada para moderar su disgusto en Universal.
