Alfred García está de vuelta. Por tercera vez en lo que va de era, porque puede que no te hayas enterado, pero este es ya su tercer single del último año. Pero probablemente es el primero que le vaya a llevar a copar algunos titulares, por doble motivo:
- Es un vídeo de Eduardo Casanova, con todas las Casanoveces posibles que te hacen estar en plan “wow”, “oh”, woaaah”, etc., aunque no te estés enterando en absoluto de lo que va la cosa.
- Es una canción, ‘Toro De Cristal’, que habla sin demasiados dobles sentidos de su ruptura con una afamada cantante española, llamémosla Amalia Ramiro para mantener su anonimato.
El caso es que tras su ruptura con Amalia, Alfred García se quedó bastante tocado, como demuestra en la letra de la canción , en la que se describe “con cuernos y fragilidad”. No se anda el muchacho con pequeñeces, es una descripción de la escuela Taylor Swift del tipo “ya sabéis de quién hablo, ahora escuchadme hablar”. Y madre mía si habla. Especialmente para ir camino del lustro la historia.
El problema de ‘Toro De Cristal’, sin embargo, no es que hable de ese tema, un habitual en autores –Taylor Swift como reina de ello, insistimos-, sino que lo haga en una canción pop bastante sinsorga que no ayuda a la letra en absoluto. De hecho, ese espíritu ‘La Voz Kids’ meets la Chenoa buenrollista, le pone zancadillas al espíritu simbólico de los lyrics. Verso a verso, la tumba sin oportunidades. El hook del estribillo, facilón y directo, tampoco se lo pone fácil al resto.
El otro problema de Alfred es que tiene un discurso y estética muy por encima de la obra. Las palabras y visuales devoran la música. Y uno espera siempre que tanto speech sobre creatividad de el paso y se consume en formato .flac, pero no termina de verlo. Porque se pasa de Leiva o porque va al extremo opuesto, como es el caso.
‘Toro De Cristal’ lo aleja del pop-rock previsible de sus dos antecesoras, lo cual es refrescante, pero donde en su debut tuvimos ‘Wonder’ dando pistas de por dónde podría investigar en adelante, en este segundo álbum rezamos para que ‘Toro De Cristal’ sea sólo la aventura veraniega de un Alfred con ganas de cachondeo. Por muy intensa que sea su historia.
