La Super Bowl de este año está bien lejos del giving the gays what the gays want y, acostumbrados como estamos a que el evento ofrezca un show del estilo con Gaga, Beyoncé, Katy Perry, J.Lo e incluso Black Eyed Peas o Bruno Mars cerca de esos márgenes, el anuncio de la de 2022 supuso un bajón para muchos. Actuarán en ella Dr. Dre, Eminem, Mary J Blige, Kendrick Lamar y Snoop Dogg, figuras clave del hip hop ya nostálgico dosmilero, con la excepción de Lamar, que es contemporáneo. Y sí, la cosa queda muy cerrada al Estados Unidos donde realmente fueron reyes todos ellos -aunque sus hits también pasaran fronteras-, pero es que a veces se nos olvida que el evento tiene lugar en… erm, Estados Unidos. Y realmente, es un homenaje bastante decente al movimiento urbano americano.
Y el anuncio oficial del evento también lo es: posiciona a cada intérprete en escenarios diferentes, dejándole a cada uno su hueco hasta que los reúne frente a las puertas del estadio: Eminem se pelea con su antiguo yo, Mary J Blige participa en un shoot con un look clasiquísimo aunque en la época de ‘No More Drama’ la peinaran realmente como a Terelu, Snoop Dogg es su propio meme, Dr. Dre pasea intenso por la playa convertida en piano y Kendrick Lamar parece Ewan McGregor en ‘Moulin Rouge’, escribiendo notas al ladito de la ventana.
El 13 de febrero los veremos reunirse para encadenar suficientes hits como para que generen interés en su país, aunque miedo nos da la reacción en redes. La Super Bowl, como lo de Eurovisión, también necesita quitarse un poco de ‘superbowlsivo’ de encima y permitir también shows que homenajeen otros géneros. Porque también el rap puede dar espectáculo. Y el rock. El country. Y sinceramente, mucho dudamos que toda esta panda no vaya a saber poner ese escenario patas arriba.
https://youtu.be/h3NhX6-5mO0
