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Roi Méndez se hace un Duncan Dhu con Eurovisión, y acaba metido en un «jardín de rosas»

Roi Méndez se hace un Duncan Dhu con Eurovisión, y acaba metido en un «jardín de rosas»

La que ha liado Roi Méndez , de ‘OT 2017’ en las últimas horas. Resulta que el cantante, que fue jurado profesional del Festival de Eurovisión 2018, comentó lo siguiente en el programa de Dani Mateo en Los40, después de ver que Miki había quedado 22º en la edición de Eurovisión de este año:

Literalmente un «odio Eurovisión, no me gusta», que le ha hecho convertirse en el millenniall Mikel Erentxun y acabar metido en un jardín de rosas. Lamentablemente, lo que no es es millennial Eduardo Manostijeras, con lo que la poda para salir de semejante montón de flores y espinas no le ha salido precisamente bien.

Méndez ha subido unas cuantas stories a Instagram tratando de justificar sus comentarios, después de que un puñado de tuiteros decidieran pulsar el botón de «cancelación» que tan a mano dejan últimamente las celebrities.

Y oye, en cierto modo, razón no le falta: no hace falta ser fan de Eurovisión para tener el criterio de valorar las actuaciones. Pero no deja de ser algo extraño. Si a mí me enviaran al Viña Rock a cubrirlo, probablemente no iría por mucho que pueda tener el criterio de evaluarlo en condiciones, porque es verdad que no me gusta. De modo que, aunque es perfectamente factible que Roi hiciera bien su trabajo, el hecho de que aceptara el papel de jurado no deja de ser curioso si no le gusta el Festival.

El jardín en el que se ha metido plantea, por tanto, dos escenarios a debate:

 

  • ¿Por qué odia Roi el Festival de Eurovisión?

Cabe pensar que pueda ser porque no considera la música una competición, pero claro, habiendo salido de algo como ‘OT’, al que se presentó voluntariamente, es curioso: el programa no es sino una continua competición por ver quién lo hace peor y sale nominado, y quién lo hace mejor y sigue adelante.

Podría ser también porque no se siente identificado con el tipo de música, como nos ocurriría a nosotros con el anteriormente citado Viña Rock. Pero hemos escuchado ‘Mi Lógico Desorden’, su estilo no está precisamente a kilómetros de muchas propuestas eurovisivas. ¿Es porque no se valoran los temas, sino más la puesta en escena? En tal caso volvemos a entrar en conflicto con su paso por ‘OT’. Incluso con su propio imaginario: para presentar ‘Plumas’ se enfundó en un traje de pájaro. Resultaría un criterio algo extraño.

Por tanto, seguimos con la duda de por qué podría Roi Méndez «odiar» Eurovisión. O más bien no gustarle, que ya entendemos que lo de «odiar» lo dijo en clave de humor exagerado.

 

  • ¿No es hora de replantearse el tipo de jurado profesional del Festival?

Lo dijimos el pasado año, y lo repetimos este: el jurado de Eurovisión no puede estar formado por artistas sin carrera, sin conexión al Festival, y aún peor, a los que no les gusta. Porque el criterio del muchacho, incluso siendo eurofan, ya podía ponerse en tela de juicio.

No puede ser que el 20% del voto de España quede en manos de alguien con el perfil de Roi -no el personal, el profesional en aquel entonces, que era absolutamente ninguno-, o el de similares -no ha sido él el único caso del estilo. Aprovechando la situación, abogamos por un cambio del sistema de jurado de cara al Festival, incluyendo a más gente, y con un mínimo de garantías de voto lógico y sensato, basado en algo más que el «me gusta mucho, es bonita» que también puede oírse en nuestro salón esa noche.

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