Hace 12 años que se separó RBD. Desde entonces, los fans de la banda mexicana han estado esperando un comeback del grupo, que el sexteto ha testeado en varias ocasiones, sin llegar a confirmar o planificar nada. Hasta este 2020, en el que toda su discografía llegaba por fin a las plataformas digitales y RBD confirmaba alguna sorpresa más en lo que quedara de año.
Y sorpresas tendrían algunas guardadas, pero no lo que no ha sido una sorpresa es que su comeback va a ser un auténtico mess. El próximo 26 de diciembre RBD se reunirá, de forma online, para ofrecer un concierto de un par de horas desde México, en el que recordarán los grandes hits del grupo en su época dorada. Bueno, no es una gira, pero tampoco es muy mess, ¿no?
Pues sí, sí que lo es. Porque el evento, que lleva por título ‘Ser O Parecer’, es más bien parecer que ser. Sólo cuatro de los seis miembros se verán las caras en el concierto, con las ausencias ya confirmadas de Dulce María y Alfonso Herrera.
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— RBD (@RBD_oficial) September 30, 2020
La ausencia de Herrera se veía venir, porque el actor está totalmente enfocado en sus proyectos interpretativos y suda lo más grande de volver al grupo. De hecho, fue él el que lo separó originalmente, puesto que en 2008 decidió abandonar, y RBD se disolvió con su marcha. La sorpresa es la ausencia de Dulce María, probablemente la segunda persona más popular del grupo, que se encuentra en su séptimo mes de embarazo y ha decidido que igual no es la mejor idea ponerse a actuar al borde del parto, o acto y seguido del mismo.
Y aquí es donde empiezan a torcerse las cosas para RBD: si han estado 12 años esperando por un comeback, ¿tan difícil era confirmar un concierto de cara a 2021? ¿Presencial, y con la ausencia de uno sólo de los componentes? ¿Tan complicado era darle a Dulce María un margen de meses y programar este evento cuando pudiera actuar? ¿Haberlo programado de cara a los primeros meses de gestación, donde estuviera más cómoda?
Evidentemente, a los fans les ha sentado bastante mal que no todo el grupo vaya a participar en la reunión, que al final parecerá más un concierto de Erreway, por eso del cuarteto, que de RBD.
Pero no todo queda ahí: la mayor parte de las críticas al anuncio -y no hay más que ver las respuestas al tuit de la banda, en un 75% de carácter negativo- vienen provocadas por el precio del evento. Las entradas para el concierto digital costarán 35 dólares en venta general, a partir de la primera semana de octubre.
Un precio absolutamente desmesurado que imita al precio de un concierto real, y por el que los fans sí que han terminado de poner el grito en el cielo. Y razón no les falta: seguramente nadie está en contra de pagar por un recital online, pero del mismo modo que no pagamos lo mismo por el alquiler de una película que por acudir al cine a verla, cobrar 35 dólares por semejante pantomima es un abuso.
Máxime cuando la reunión se queda al 67%. Una broma.
