Pink se retira. O sea no en plan que no va a volver a lanzar música jamás, sino una retirada de esas centennial que consiste en que en los próximos 6 meses no va a salir de gira. Que es básicamente lo que actualmente consideramos una retirada, como aquella vez que BTS se retiraban y resulta que se iban 8 días y 7 noches de vacaciones a Torrevieja antes de seguir siendo explotados.
Pink acudió esta última semana a los Country Music Awards americanos, y allí dejó claro que no habrá una pronta continuación para ‘Hurts 2B Human’. Y respiramos tranquilos, las prisas no hicieron nada bueno por aquel álbum.
“Hemos estado dos años y medio de aventuras musicales y Willow ha vuelto ahora a la escuela. Además, Jameson empezará pronto en pre-escolar. Va a ser un poco el año de la familia. Carey también tiene muchas cosas en mente. Ha sido un apoyo enorme, me sigue por todo el planeta y ahora tiene que ser su momento.”
De modo que nada nuevo de Pink para los próximos meses. Y eso que fue precisamente en la gala del country donde pudo encontrar una manera de insuflar nueva vida en el álbum, que otra cosa no, pero ha tenido una promo del todo discutible. Singles difusos, elecciones no muy acertadas y una exposición algo raruna en medios, que llevaron al trabajo a no alcanzar siquiera el millón global -streams incluidos, lleva 940k-, mientras que nunca antes había tenido problemas para superar los, al menos, 3 millones, como ocurrió con ‘Beautiful Trauma’ en 2017. Y de ahí para arriba.
Como decíamos, podía tener en sus manos la fórmula de revitalizar el disco en navidad: en la gala, actuó junto a Chris Stapleton presentando ‘Love Me Anyway’, uno de los cortes del disco, y la actuación ha sido absolutamente aplaudida. De hecho, ‘Love Me’ salió disparada al #1 del iTunes americano -en paz descanse, pero algo es algo- y aún permanece en el #3 del país y el #11 de Canadá. En streams, el impacto ha sido infinitamente menor, pero un buen chute de radios y alguna performance extra podrían hacer que el tema terminara calando en el país.
Ojito con Stapleton, que ya fue un comodín útil para Justin Timberlake en ‘Man Of The Woods’, que tuvo en ‘Say Something’ uno de los clavos ardiendo más eficaces del trabajo al que poder aferrarse.
