Pablo López acudió ayer a ‘Albania’, aquel programa de televisión en el que participó en 2008 y que ha pisado en algunas ocasiones en las ediciones recientes, porque resulta que ahora parece más cool que en su época. Pero si su actuación con ‘El Patio’ fue un hit, la de ‘Mariposa’ anoche fue más bien un miss.
Y no porque no la cantara bien en directo o porque se liara con el piano y se marcara un Adele en los Grammy de 2016. Todo eso salió bien y Pablo López demostró el talento habitual, pero no funcionó bien con la canción. Es decir, el motivo de que el piano y la sobriedad funcionaran con ‘El Patio’ era que la canción pedía ese intimismo precisamente. Pero ‘Mariposa’, planteada como algo más uptempo, pues no.
Y no, porque precisamente la gracia del tema radica en que es algo más uptempo. Se hubiera agradecido el acompañamiento, el beat original del tema que es lo que hace que se salga un poco del tiesto de lo predecible, y el Pablo López que puede conservar también la intensidad aunque la canción tenga más ritmo. No todo tiene que ser un número de Piano Bar del barrio de Salamanca.
Y claro, en tal derroche de desnudez musical y previsibilidad, Pablo López acabó atizando al piano. Y lo que hace un par de años nos puso la piel de gallina nos provocó en este caso un eyeroll. Se veía venir. Y es una pena, porque aunque Pablo se ha pasado todos estos años en un cómodo mainstream español, desde el lanzamiento de ‘Vi’, sus temas han tenido un componente de mínimo riesgo, de pie fuera del tiesto que siempre se ha agradecido. Es lo que le diferenciaba del resto del club A-List melódico del país.
Pero como nos pongamos muy comodones, el público también busca otras fórmulas. Ahí están los datos de sus último singles, que no consiguen brillar como los de antaño, y le están complicando el comeback definitivo. Y ojo, porque Pablo ha vendido discos, pero también ha movido muy notables cifras de streams.
