Hace unos años, el estreno de un nuevo vídeo de Katy Perry hubiera supuesto la paralización de toda red social, pendiente de ver en qué se había metido la artista. Pero esto es 2020, y Katy Perry ya se ha convertido en una artista con un contrato discográfico al borde del precipicio, un álbum con una vida de dos semanas y unos vídeos que… nunca terminan de superar la broma que le funcionó en su momento.
Y no será por no haberlo probado anteriormente: en vídeos como ‘Unconditionally’, ‘The One That Got Away’, ‘Wide Awake’ o ‘Chained To The Rhythm’, la cantante había conseguido mantener su universo estético sin caer en la chorrada gratuita. No es el caso de ‘Not The End Of The World‘, que cae en una patochada que no le sienta bien en absoluto. Porque la canción no se presta a ello. ‘Smile’ se prestaba a ello. ‘Tucked’ se hubiera prestado a ello. ‘Not The End Of The World’… pues no.
Y ya lo hablamos, pero ese es el principal problema de la era ‘Smile’: un álbum repleto de canciones pop bastante bien resueltas decoradas con el sinsentido de la tontería gratuita. Esto es una nueva prueba más de ello. Era lógico que, habiendo dado a luz recientemente, Katy Perry no pudiera aparecer en el vídeo de su nuevo single. Era incluso divertido que Zooey Deschanel, con la que siempre se la ha comparado, se metiera en su papel. Pero de ahí al rollo serie B (muy B), los aliens pintados de azul, el despliegue de clichés de la Katy de éxito y la historia de dudosa comicidad, pues hay un trecho.
Así que ‘Not The End Of The World’ confirma que Katy Perry está en un perpetuo estado Mario Vaquerizo: forzando una comedia que nadie está comprando realmente y aumentando, proyecto a proyecto, el cringe generalizado. La canción merecía mejor.
