Parece que el extremo fiasco de su último lanzamiento ‘Piece By Piece’, que no se libró de tropezar ni con una casi-viral actuación en ‘American Idol’ del último single, ha puesto las pilas a Kelly Clarkson y le ha dado el toquecito que le faltaba para dejar de grabar cada dos años el mismo disco. Porque sí, querida Kelly, ‘My Life Would Suck Without You’, ‘Stronger’, Catch My Breath’ y ‘Hearbeat Song’ podían haber ido en el mismo disco y a nadie le hubiera parecido raro. Y chica, son 7 años de parón creativo desde que el primer single de esa lista te salvó el culo.
A Dios gracias, parece que su nuevo contrato con Atlantic Records le ha dado una dosis de espabilina, y la muchacha va a girar en la dirección que ya debería haber tomado hace un par de álbumes: la de tirar al soul-R&B, porque qué manera de desaprovechar esa voz. Dice Kelly que su nuevo álbum sabe a “la Mariah de los 90, a Whitney, a En Vogue y a ella misma en ‘American Idol'”, aclarando poco después que también sabe a 2017.
Lo vemos una mezcla un poco arriesgada a nivel comercial, pero cualquier cosa nos viene bien mientras mantenga lejos a Ryan Tedder, Sia y Max Martin. Ya han hecho su cometido, ya le han dado unos cuantos hits y la fórmula no funciona más. “Después de tantos años de carrera es curioso que nadie conozca aún mi sonido”, dice Kelly. No, hija, no, el problema es que el sonido que conocemos ya no te gusta, porque ese rollo de pop-rock petardo con el te cargaste la etapa ‘Breakaway’ es el que la gente recuerda de ti.
Es hora de que cambien las tornas.
