Hay miedo en el equipo de Sam Smith. Incluso en elle, con toda su parafernalia, se intuye miedo.
‘Unholy‘ reventó las listas de tal forma que, de pronto, sirvió de liberación completa a le artiste. Y sin embargo, cuando llegó el turno de publicar un álbum completo, ‘Gloria‘, toda esa liberación fue encorsetada como elle en el vídeo de ‘I’m Not Here To Make Friends’. Alguien, no sabemos si Sam o su equipo, está tirando de las cuerdas de ese corsé para que nada se salga de los estándares marcados por lo que el imaginario colectivo entiende de Sam Smith. Como diría Alexinos, se salió del guacal, pero alguien volvió a estructurarlo a su alrededor.
Porque ‘Gloria‘ contiene muy poco del espíritu de ‘Unholy‘. Los singles del disco, en general, son un engañabobos. Todo el riesgo del tema, ese sacudir el statu quo enfrentándose a moralinas con sonidos pop mucho más intensos, asalvajados y acompañados de aesthetics épicos, palidecen con los tracks que lo rodean. De hecho, sólo dos canciones del álbum conservan ese espíritu libre de Sam: ‘Six Shots’, donde el erotismo lo lleva al ‘Beyoncé‘ de Beyoncé y le artiste sube la temperatura hablando por primera vez de forma explícita de una relación sexual; y el último single, la ya citada ‘I’m Not Here To Make Friends’, que tira de referencias LGTBIQ+ tanto en sonido como en estética para tocar el tema de los one-night-stands. Une Sam que quiere dejarse de rollo e ir al grano.
Lamentablemente, ese grano queda perdido en el granero de genéricos que es ‘Gloria’. Porque todo riesgo percibible se desvanece en ‘Who We Love’, un tema junto a Ed Sheeran que habla de relaciones del mismo sexo como si aún estuviéramos en 2008; en las predecibles ‘Love Me More’ y ‘Perfect‘, sobre la autoaceptación y el autoestima y en la horripilante ‘Gimme‘, posiblemente el peor single de la carrera de Sam Smith. Que Jessie Reyez aparezca por duplicado en el trabajo para dejar tan poca huella en el tracklist es, cuanto menos, llamativo.
Hay miedo a los excesos en el equipo de Sam Smith. Por eso ‘Lose You’ parece un mayor bombazo del que es: el tema aprueba con su espíritu de llorera en la pista de baile, pero no luciría tanto de no ser porque está rodeada de canciones de poco provecho. Incluso ‘No God’ se beneficia de este efecto, porque llega después de ‘Love Me More’ y su approach más R&B sobre relaciones tóxicas se recibe con mayor eficacia, aunque tras varias escuchas uno se da cuenta de que en un disco a la altura resultaría poco más que un album track medianamente eficaz.
Cuenta Sam Smith que ‘Gloria‘ no se refiere a una persona en sí, sino a su espíritu guerrero. Es el nombre que le pone al momento en el que se deja llevar. El disco debía hablar de su «liberación espiritual, emocional y sexual». Pero ese sentimiento se queda cortísimo, porque lo que más contiene el disco es miedo.
Por eso todo se reviste de producciones R&B facilonas, que contentan a las radios y al público estándar británico. Por eso hay una falta tremenda de ambición en las producciones, por eso parece que el tiempo se quedó congelado desde el ‘Love Goes’ de 2020. ‘Gloria‘ es como una edición deluxe de aquel trabajo, que ya venía del terror que hizo que reculara de su idea original titulada ‘To Die For’, con un par de temas incrustados buscando escandalizar a los oyentes que llegan de Radio 1 en vez de Radio 2.
Pero es una pena que todo quede tan sieso. Incluso cuando en ‘How To Cry’ existe cierta melodía Amy Winehouse, la instrumentación se va al acústico y desaprovecha una oportunidad de oro. La misma que al final del álbum, cuando la canción que lo titula sirve prácticamente de interludio (!) para cerrar con el dúo más genérico posible. Es una cadena de despropósitos, realmente.
‘Gloria‘ sólo alcanza la idem cuando realmente vemos a Sam Smith cumplir su objetivo de liberación. En lo demás, sigue encadenade, y con bastante fuerza, a intentar retener al público de su debut. «I’m not ready to lose you» dice en el cuarto track. Well, maybe you should.
5.8
Temas clave: ‘No God’, ‘Lose You’, ‘I’m Not Here To Make Friends’.
