Culminamos nuestros análisis eurovisivos del año revisando lo bueno y malo de las actuaciones de los cinco países directos a la final y el ganador del pasado año, Ucrania.

🇪🇸 España

Título y artista: ‘Eaea’, Blanca Paloma

Lo bueno: La eficacia y medida con la que está presentada la canción. Vocalmente, Blanca Paloma estaba sublime y la escenografía está atada en movimientos, planos, iluminación visuales. Un rara avis para España en la última década, síntoma de que las cosas cambiaron desde el año pasado.

Lo malo: En la preselección la iluminación y planos la hacían más dulce y cercana. En un escenario tan grande, Blanca Paloma se intuye más alejada del espectador, especialmente en el plano clave de Benidorm, ese en el que canta a la mano encendida y luego queda frente a la cámara.

🇮🇹 Italia

Título y artista: ‘Due Vite’, Marco Mengonia

Lo bueno: Precisamente lo opuesto que le ocurre a la candidatura española: la cámara está todo el rato pendiente de Marco Mengoni, que es lo mejor de la candidatura. De hecho, es impresionante el plano final, con él con los nervios en flor, la mano temblando y el gesto de haber sostenido el tema por los pelos sin sobreemocionarse. Posiblemente la mejor interpretación del Festival.

Lo malo: La canción no es de las baladas más redondas que haya enviado Italia y costaba un poco verla arrancar, a pesar de que sobre todo en su segunda mitad fuera preciosa. Los saltimbanquis de detrás de Marco no eran necesarios en absoluto, de ahí que fueran prácticamente ignorados durante la presentación.

🇬🇧 Reino Unido

Título y artista: ‘I Wrote A Song’, Mae Muller

Lo bueno: El tema es una bomba: posiblemente la canción pop más redonda y funcional de esta edición junto a la de Loreen. La actitud de Mae Muller era la acertada: había que trasladar ese sassiness suyo a la actuación y por momentos lo consiguió con solvencia. Los colores y visuales acompañaban muy bien.

Lo malo: No ayudaba tanto una coreografía un tanto sosainas y una impresión, en general, de que Mae iba a lo suyo y el resto de la actuación estaba jugando otra partida. El outfit de ella era catastrófico teniendo entre manos una de las propuestas más divertidas de todas. Iba un poco de cantante de balada de Europa del este.

🇫🇷 Francia

Título y artista: ‘Évidemment’, La Zarra

Lo bueno: La canción, por encima de todo lo demás: perfectamente chic y muy consciente del juego de Francia en Eurovisión. La idea general de la performance de La Zarra tampoco estaba mal.

Lo malo: El vestido largo era un absurdo: todo el mundo podía ver que estaba subida a una plataforma. Hubiera tenido más sentido jugar con ella y bajarla en algún momento de la segunda mitad para hacer de la actuación algo más ligero. Se hizo un poco largo y el juego de luces con los espejos tampoco lucía demasiado bien en pantalla.

 🇩🇪 Alemania

Título y artista: ‘Blood And Glitter’, Lord Of The Lost

Lo bueno: La energía de la banda y de la actuación en general sirvió para levantar un poco los ánimos de cara a la segunda parte de la gala. Los alemanes tuvieron una escenografía chula con la forma piramidal y los andamios, que conseguía enmarcar un poco mejor el espacio del escenario y los diferenciaba del resto.

Lo malo: El vestuario era completamente ridículo. Era un disfraz de lo que Alemania peca en considerar eurovisivo y se terminaba cargando completamente la energía de la performance. La banda, vestida como en el vídeo de su postal, podría haber hecho empatizar a muchísima más gente que con esos outifts barrocos.

🇺🇦 Ucrania

Título y artista: ‘Heart Of Steele’, Tvorchi

Lo bueno: Otra de las mejores escenografías del año llegaba de la mano de Ucrania. Estaban altos en apuestas por motivos obvios y porque previsiblemente seguirían manteniendo un televoto aceptable, pero es que también hicieron méritos: prueba de ello fue su resistencia en la tabla durante la gala. Preciosa combinación de colores y elementos en las pantallas del escenario, que permitían unas interacciones chulísimas del cantante de la banda y los bailarines. La canción, sorprendentemente modernita y alejada de los clichés festivaleros.

Lo malo: Al tema le faltaba ese punch extra para que el pack fuera una maravilla completa. De haber ido ganando energía según avanzaba hubiera sido una factible competidora para la victoria.

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