Atención, porque la nueva reina del country -hasta que Shania Twain se decida por reparecer de una puñetera vez-, Lady Gaga, va a tener dinero de sobra para comprar caballos, zanahorias, montones de paja e incluso los establos si le hicera falta para su espectáculo de la Super Bowl. Sus 12 minutos de show en el intermedio del evento deportivo tendrán la mayor inversión de la historia, y ya son unos cuantos años.
Mientras Janet Jackson tuvo un piercing en la teta, Beyoncé tuvo a Michelle Williams y Katy Perry un tiburón -como La Veneno-, Lady Gaga tendrá 10 millones de dólares en producción para gastárselos como más le convenga. Eso sí, ella no recibirá un duro, puesto que la actuación de la Super Bowl es vista como una herramienta de promo por el que la mitad de los artistas pagarían.
Y es que con una audiencia que oscila entre los 100 y los 120 millones de espectadores, el descanso de la Super Bowl es vista, aproximadamente, por un tercio de la población de Estados Unidos, dándole una audiencia similar a la que tiene Eurovisión en toda Europa, por ejemplo. De hecho, se estima que los anuncios durante el partido costarán unos 5 millones por cada 30 segundos emitidos. Como veis, por tanto, el desembolso del show de Gaga apenas supone el de la emisión de un par de anuncios.
Se supone que Millennial Dolly Parton interpretará ‘The Edge Of Glory’, ‘Applause’ o ‘Bad Romance’ durante el intermedio, pero nada se ha confirmado de forma oficial, para mantener el factor sorpresa. También se habló de que actuaría sola, pero los últimos rumores vuelven a apuntar a que la cantante habría pedido unirse al escenario a Beyoncé -que habría declinado la invitación- y a Elton John. ¿Saldrá alguien finalmente a cantar con Gaga? Quedan pocos días para descubrirlo y ver la que monta la artista.
https://youtu.be/Z42UECgpRNc
