¿Recordáis a Meghan Trainor? Es de esas pocas artistas en el universo pop que ha tenido dos momentums random separados en el tiempo. El otro es Hozier. Meghan tuvo una pequeña colección de singles al inicio de su carrera y después, de repente, out of nowhere -que diría Gloria Estefan– volvió a marcarse un hit con ‘Made You Look’ en 2022.
Pero el single de Meghan que hoy nos ocupa no es ese. Es ‘Lips Are Movin’, el que fuera su segundo lanzamiento. Principalmente porque esta semana ha confirmado no hacerle demasiado honor al título del tema. Según parece, sus labios son el mismísimo Ramón Sampedro. Sus labios son la Oveja Dolly, expuesta ahora como está: disecada. Sus labios son las audiencias de Ana Rosa Quintana por la tarde: inmóviles y poco funcionales.
Resulta que Trainor ha contado en ‘Workin’ On It’, el podcast que tiene junto a su hermano, Ryan Trainor, y Daryl Sabara, que los efectos del bótox le impiden ahora sonreír con normalidad. Y ella, que como Conchita Velasco tiene en la sonrisa una de sus principales armas -ya nos diréis cuál es el proyecto de Meghan si no el del feel-good perpetuo, que parece la personificación de una secuela de ‘Mamma Mia‘-. La película musical, no el single de A*Teens.
Al parecer, Meghan tendría la costumbre de ponerse un poco de bótox ocasional en la zona de la frente, pero alguien la convenció para ponerse un pinchacito también en la parte superior de su labio, para conseguir -según le habían dicho- un efecto de ligera subida. Y ella, que tiene el labio del grosor de un papel de calco, decidió probar con la historia. El efecto del tratamiento ha sido el siguiente: ahora tiene el labio del grosor de dos papeles de calco, pero se ha quedado sin poder sonreir.
Bueno, en realidad sonreir puede, como demuestra en el propio podcast, pero con un nivel de tensión que parece que estuviera amenazada a punta de pistola.
