En apenas 18 horas, más de 4 millones de personas han visto ya el vídeo de ‘Despechá‘, de Rosalía, el segundo mayor smash del verano -junto con el tema de Quevedo y Bizarrap, que está moviendo cifras loquísimas– y una de las canciones más hypeadas de lo que va de 2022. Claro, la recepción del vídeo oficial ha estado a la altura del de la canción, como era previsible.
Y eso que Rosalía no se ha matado con los visuales por una vez: la inteligencia de ‘Despechá‘ ha pasado por dejarse de cosas especialmente elaboradas y servir en la categoría de “vídeo vacacional grabado por tus padres en 1997”. La artista ha desplegado unas buenas bolsas de hielo, sus mesas de camping para comer en la playita y unos platos de patatas, aceitunas y jamón.
La mayor inversión del clip de ‘Despechá‘ es una lancha motora utilizada para canturrear un poco de la canción por el agua salada. El resto, jugada maestra, lo mas relatable posible porque la canción está camino de convertirse en su mayor hit histórico en el país. Multi-target infinito. ¿Y a quién no le va a gustar una tortilla de patatas en la playa entre peleas de pistolas de agua? ¿A quién no le va a gustar?
Hasta ahora, ‘Motomami‘ nos había dejado con visuales mucho más aesthetic, pero la gracia de los aesthetics de ‘Despechá‘ es precisamente que los hay cuando parece que no. La estampa costumbrista del dominguero medio es el gancho perfecto para una canción consumida por… el dominguero medio. Ese que igual a escuchar ‘Saoko‘ no se para, pero que tiene martilleándole la cabeza lo de “baby, no me llames” mientras termina de freír los pimientos.
Y España está repleta de domingueros. Sea el día que sea. El vídeo se publicó un miércoles. El espíritu de cachondeo es más de sábado. Pero toda la semana es digna de un bocata de pimientos con atún a la orilla de la playa sobrepoblada de turno.