Estrenamos nueva sección -no paramos oiga, no paramos, estamos que lo regalamos-: una en la que analizaremos las más llamativas carátula de álbumes, singles, mixtape, EPs o lo que se nos ponga en la punta del cover y decidiremos si habría que amarlas – #TeamHilary – y odiarlas -#TeamDavid-: arrancamos con ‘Tu Cover A Juicio’.
Hoy rebobinamos bien poco, porque nos quedamos en 2018, con Ariana Grande presentando una carátula para ‘Sweetener’ que ha traído de cabeza a fans y supermercados: la mitad de los discos están del revés en las estanterías.
Bien, arranquemos con lo obvio: si el disco lleva por título edulcorante, qué mejor que encontrar tonos que sugieran dulzura, pero suaves, porque no hablamos de caramelos -hola, ‘Hard Candy’-, sino simplemente de darle un toquecito al postre de turno. Misión cumplida por parte de Ariana Grande, porque la gama de colores de ‘Sweetener’ evoca lo que su título -y contenido- sugieren.
“¡Pero si ha hecho lo que Mariah en ‘Honey’!” saltará algún fan que -como nosotros- disfrute siempre viendo los paralelismos entre ambas carreras. Pues sí, efectivamente ha hecho lo mismo con esos tonos miel de la carátula, y, al igual que ocurrió con Carey hace 20 años, en ‘Sweetener’ también son un acierto.
La fotografía de Ariana en la portada, cuando se mira del derecho, es limpia, sencilla, y directa, lo que hace del disco uno de esos fácilmente reconocibles en una estantería, y uno de esos en los que se intuye que el artista quiere evidenciar su sello personal con más fuerza (las portada de Adele, Sam Smith, Demi Lovato o Charlie Puth tienen un rollo similar, aunque menos juguetón).
Finalmente, la tipografía también ayuda, aunque pase casi inadvertida: Ariana Grande ha elegido un estilo de letra suficientemente decorado pero también suficientemente legible. Sugiere elegancia y más madurez que, por ejemplo, la tipografía que utilizaba en ‘My Everything’ para el título del álbum.
Vayamos a por lo más obvio del asunto: ¿por qué está la foto de la artista del revés? Lo cierto es que la explicación que Ariana dio del asunto es tan simple como decepcionante: enseñando las imágenes a su equipo y amigos, uno de ellos le respondió “me gusta incluso del revés”, y así se quedó al final. De haber tenido un significado más profundo, y sobre todo, más relacionado con el contenido del álbum, quizá hubiera sido un punto a favor, pero si realmente su colocación fue fruto de la casualidad, no ofrece ninguna información real sobre el disco.
‘Sweetener’ tiene el título en portada, pero parece francamente invisible. Nadie va a caer en la cuenta de que está ahí abajo, del derecho, bajo la cabeza en primer plano de Ariana. Por tanto, ¿era necesario que se plantara en la carátula, en vez de sugerirlo con una pegatina, o en el lomo del trabajo?
Y finalmente, y aunque la fotografía de la portada nos gusta, es cierto que también es una elección algo decepcionante al tener en cuenta la sesión completa que se hizo para el disco. En el libreto, y sobre todo en la edición especial de ‘Sweetener’, hay fotografías mucho más bonitas y trabajadas que la de la portada, aunque sea cierto que en su elección, como decíamos antes, sí puede haber una intención más clara.
Sí, nosotros le hubiéramos dado la vuelta a la imagen. Al fin y al cabo, es suficientemente explicativa de lo que ‘Sweetener’ incluye, y la cara de Ariana Grande es lo bastante popular como para llegar a una tienda de discos sin su nombre escrito en la carátula. De hecho, ni siquiera la portada real lo tiene.
Una pegatina con el título del disco y el nombre de ella hubieran bastado, igual que la caja de la edición especial la tiene en el centro, y así, se mantendría una estética más limpia y sencilla en la carátula.
Dicho lo cual, ¿amáis ‘Sweetener’ o se la damos regalada a David?
