Momento de pulsar el botón de reinicio para Chanel. ¿Que es la segunda vez que hace esto? Pues sí, pero esperemos que sea la definitiva. ‘Clavaito‘ tiene varios objetivos al frente: el primero, volver a darle un hit solvente a Chanel que justifique la pugna de discográficas de cara a su proyecto debut; el segundo, alejar el fantasma de ‘Toke‘, aquel pastiche que sirvió como segundo single y no le interesó a nadie. Sí, maneja cifras relativamente sanas en Spotify, pero se debieron más bien a la salvajada de radio playing y el playlisting que ello conlleva.
¿Lo bueno? Que ‘Clavaito‘ es una jugada inteligente y efectiva. Tira por la senda de la bachata que lleva unos años de vuelta en lo alto de las listas, pero no prescinde del componente pop. Así que después de un estribillo para bares repletos de heterosexuales poniendo en práctica lo que aprendieron en el último taller de bailes de salón al que fueron un sábado tarde, llega un drop para que el público potencial de Chanel saque los abanicos y se marque unos pasos de baile que ríete tú de Britney Spears en ‘Outrageous‘. Obviamente pierna rota incluida, porque eso es lo que ocurriría en el 62,7% de los casos.
Chanel y Abraham presentan un tema cargado de coreo erótico-festiva, derrochando química (al menos en el vídeo, porque aquel directo en Los40 fue otra historia) y afilando cuchillos, porque la narrativa de ‘Clavaito‘ es que Chanel trabaja en una de esas tiendas con las que le darían un programa en D-Max y en la que se dedica a la compraventa de puñales. Ya podía haber usado uno de ellos para quitarse dos cosas de encima: el flequillo de la peluca, que luce Velma Kelly de más y la etiqueta del vestido que lleva, que hijas, hay un plano en el que tiene más presencia que ella.
Será tu rollo si: te vienen bien las olas de calor, eres más de piscina que de playa, eres de tomarte un Aperol Spritz que se te da muy bien.