Ocho años después de su primera aventura oficial bajo el nombre ‘Carpool Karaoke‘ -aunque realmente había arrancado antes con George Michael en un sketch para el Red Nose Day británico-, el coche de James Corden aparca y recibe a su última invitada: Adele.

El programa final arranca con la artista despertando a James Corden en su casa con unos platillos, para acercarlo al trabajo por última vez, esta vez siendo ella la que conduce. La pareja es amiga más allá del mundo del espectáculo, con lo que tenía todo el sentido que fuera la británica la encargada de despedir con él el formato.

Y claro, llega a emocionar a Corden. Lo hace no sólo cuando recuerdan grandes momentos del programa o le pregunta si va a echar de menos su vida en Los Ángeles, sino también cuando recuerdan de dónde surgió uno de los últimos singles de Adele. James Corden es parcialmente la inspiración tras ‘I Drink Wine’, tercer single de ‘30‘, que arranca con unos versos nacidos de una conversación con él. Estando las familias de ambos juntas, Corden sirvió de apoyo para Adele en un momento personal bajo; un apoyo que después ella le devolvió en uno bajo para él a nivel profesional. La conversación que tuvieron inspiró el principio del tema.

Se emocionan, pero también hay grandes momentos para las risas: Corden le explica a Adele como nadie quería grabar el ‘Carpool Karaoke’ al principio y cómo engañaron a una Mariah que estaba dispuesta pero no quería cantar -acabó cantando, claro-, explican que Adele no ganará nunca un Premio Tony porque detesta los musicales y cuentan cómo se gestó la broma que el equipo de Corden le hizo a Adele en su día, tras contar ella que nunca picaba en inocentadas.

Supuestamente, había que convencerla de que uno oso se había escapado y estaba merodeando por donde ella estaba grabando un especial, pero su asistente -que no sabía nada- encontró una micro-cámara en el set y pensaron que las estaban espiando. La broma pasó a ser que un fan obsesionado estaba haciéndole un espionaje, hasta la aparición de Corden en escena.

‘Carpool Karaoke’ se ha despedido con música también, obvio: en el episodio final suenan ‘Rolling In The Deep’, ‘Love Is A Game’, ‘I Drink Wine’, ‘Hometown Glory’ y una versión del clásico de Barbra ‘Don’t Rain On My Parade’, interpretado con brillantez aunque Adele odie los musicales.

Corden y ella se despiden llorando de nuevo, aunque después les da la risa recordando que van a verse al día siguiente.

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