Chris Brown ha vuelto, y lo ha hecho además por partida doble, y doblemente trágica: por un lado, ha firmado un documental llamado ‘Welcome To My Life’ en el que, además de contarnos como llegó a convertirse en una «superestrella» -¿podemos explicarle ya que sólo fue un rip-off de Usher que llegó en un momento oportuno?- y como cayó después hasta la situación en la que se encuentra ahora, con algún hit ocasional en listas que se salva de terminar haciendo acústicos en bares de carretera.
La cuestión más penosa del documental es que Chris Brown trata de ‘culpar’, en cierto modo, de su caída, al incidente que tuvo con Rihanna y que le costó a la cantante un buen puñado de moratones en la cara. Medio trailer del documental gira en torno al suceso, del que Chris Brown sólo admite haber «respondido con un puñetazo a las agresiones que la cantante le propiciaba en el coche, víctima de un ataque de celos». El puño de Brown, sabemos ahora, es mágico, y de un sólo golpe es capaz de arañar una frente, romper un labio, y amoratar los ojos de alguien. X-Men realness, oye.
Además de esta bazofia limpiacaras que se ha marcado, y en el que han colaborado gente como Rita Ora, DJ Khaled o Jennifer Lopez -que estarán recogiendo lo que les quede de poca vergüenza del suelo-, el cantante ha lanzado un nuevo single llamado ‘Questions’, que podría haber sido peor, posiblemente, pero no se nos ocurre como. Además de lo poco inspirado del tema y del vídeo en cuestión que lo acompaña, Brown ha tirado del sampler de ‘Turn Me On’ de Kevin Lyttle, una de las canciones más irritantes de las últimas décadas, y que además, está bastante sobadita a estas alturas; ya utilizó el mismo sampler Cheat Codes en un hit de 2016. Espabila, nene.
