Bueno, pues parece que Antoñita La Fantástica está un poco hasta la pepitilla últimamente, y razones no le faltan: ‘Loveaholic’, su segundo álbum, está obteniendo el cariño de toda esta gente -lamentablemente en los dos sentidos-, y ha tenido que suspender varios conciertos de su gira para poder mantenerla “sostenible”. Es decir, que habíamos comprado entradas nosotros, Dannii Minogue, y el guarda de seguridad que le requisó media docena de huevos a la salida del Sainsbury’s.
Y oye, parece que lo de la cancelación de la gira le ha debido llegar a la cantante vía spam, o no sabe muy bien, porque cuando ella estudiaba no había internet. No había. Y como ahora todo va vía link, pues Antoñita La Ofimática se ha enterado tarde y mal, ha cerrado el Excel con el que estaba intentando enviar un par de fotos a una amiga, y ha optado por la vía rápida: la de cambiar de oficina de management, porque ella, así, no se apaña.
Por tanto, semana de comunicados potentes de Antoñita La Emisora hacia sus fans: tan rápido como se ha abierto una nueva era, vuelve a abrirse una segunda. ¿Y en manos de quien caerá ahora Antoinette? ¿Será Antoinette La Vendedora De Oreo y terminará con Oscar Tarruella, anunciando “quesos del Tirrol, el queso que comía Heidi” en algún pasillo del Pryca, para poder financiarse un tercer álbum? ¿La contratará Paquita Salas y se hará una portada del Telva y dos entrevistas para un suplemento de la Mía? ¿Se llevará a sí misma como esos acusados que se autorepresentan y terminan condenados a cadena perpetua por pisar un chicle en la calle?
Habrá que esperar y ver si esto deriva en una reedición del disco, un nuevo contrato corporativo con una marcha de Chopped y un retome del tour en un futuro, o si pasamos página del disco con todo el dolor de nuestro corazón, sin haber tenido siquiera un segundo single.