Está todo paradísimo en la industria y apenas un pequeño puñado de artistas, cual si estuvieran en el poblado galo de Astérix, resisten lanzando nuevo material en época de confinamiento. Que oye, es de agradecer, porque sino tendríamos una sequía de novedades que tela. Otros se están montando festivales caseros, otros conciertos desde su salón, y otros, aprovechan este momento para publicar material que tenían grabado y que, oye, le da un pequeño boost a su álbum.
Es el caso de Alba Reche, que hace unos días lanzaba el vídeo de su último single, ‘Quimera’, y ahora deja caer un par de actuaciones en akústiʞo desde el Museo Reina Sofía en Madrid. Su amor por el arte lo está llevando tan al límite que vemos la carátula del siguiente álbum realizada por Picasso a través de una ouija, producido por Bach aprovechando la calidad de la conexión 5G de las ouijas de hoy día, y co-compuesto por Nacho Cano.
Parece que nos avisan de que a Nacho Cano no hace falta contactarlo por ouija, que todavía se le puede enviar un WhatsApp porque no ha fallecido. Chica, es que cualquiera lo diría. Hemos visto personajes de ‘Casper’ con más vida que su carrera musical.
Pero volvamos a Alba Reche: qué cucas que suenan ‘Aura’ y ‘Niña’ -nos negamos al no uso de mayúsculas en los títulos por mucha intención estética que ello tenga- en akústiʞo en la sala del museo, ¿verdad? con sus banquitos de piedra al fondo, donde los cuñados se sientan a consultar el mapa por si quedara mucha visita por delante, su decorado a medio camino entre una estación de metro contemporánea y un atrezzo de videoclip de La Oreja en 2002…
Alba Reche lo goza con su compañero a la guitarra y deja que su voz fluya, muy bonita, muy controlada, muy cómoda con su repertorio -y se nota-, y firma un par de actuaciones de esas que vuelven a animarnos el confinamiento. Y nos vuelven a dar ganas de re-escuchar ‘Quimera’. Dos pájaros de un tiro. O dos Monet de una pincelada.
