Selena Gomez ha lanzado el vídeo para su último single, ‘Fetish’, ese en el que se ha lanzado al R&B muy del estilo de The Weeknd, paradójicamente su pareja, pero que de nuevo le va como anillo al dedo, porque spoken word queen.
Cuando todos pensábamos que Selena le presentaría como una especie de Lolita setentera de suburbio en el clip de la canción, de pronto ha decidido darnos con el ‘Fetish’ en las narices, y lo que ha hecho es aparecer como una auténtica desquiciada. Y bien sabéis todos que desde Britney Spears 2007, si algo nos gusta y enamora, es un tarada dentro del cauce pop. Por tanto, Selena ha tocado nuestra fibra sensible y ha conseguido enamorarnos de nuevo con su último vídeo.
¿Y por qué la llamamos desquiciada? Chica porque si coger un rizador de pestañas para rizarse la lengua, comerse una copa de cristal, bailar en un congelador, o chupetear un Spontex no os parece de un nivel Raquel Mosquera suficiente, la canción dura 3 minutos más donde continúa haciendo cosas bastante sórdidas.
Y eso que al principio no parecía tan desequilibrada, que podía haber pasado perfectamente por ama de casa de barrio bien, hasta que llega con el vestido que parece haberlo comprado en Zara Taras, la mujer. Un cuadro de comedor. Y luego se rompe las medias, mira a cámara como desconcertada, vamos, que sólo le ha faltado mandar un saludo a María José Campanario o decir “¿queréis que me tire?”. Bravo por la intérprete de clásicos como ‘Outta My Hands (Loco)’.
