Superestrella de Aitana es uno de los hits más obvios del pop español del último año. Y de hecho ha sido la canción sorpresa en hitar desde Cuarto Azul, que ya había dado éxitos como 6 De Febrero antes de este no-single. He ahí una de las claves de lo chulo de Superestrella: no es, per se, uno de los singles elegidos del disco. Ha sido el boca a boca y el uso en redes el que ha ido catapultando poco a poco al éxito el single.
Hasta aquí todo en orden, aunque desde hace unas semanas, la maquinaria de Universal se ha movido para inflar al máximo posible el éxito del single. Y no es el primer movimiento ridículo de una Aitana de absoluto éxito: con la gira prácticamente sold out en nuestro país en las primeras horas a la venta, su equipo decidió acaparar la portada de toda la prensa impresa de nuestro país. Un desembolso barroco y casi paródico, porque al Cuarto Azul Tour no le hacía falta semejante derroche publicitario a esas alturas. Es un simple ejercicio de ego.
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Y el posicionamiento de Superestrella es otro más. Con lo bien que estaba yendo la canción sin esfuerzos sobrehumanos, qué ridículo está siendo la campaña de Universal Music en las últimas jornadas. Todo porque quieren que la canción no solo tenga éxito, no: necesitan que llegue a ser la canción más escuchada del país en Spotify al menos por una jornada. Aunque eso no le garantice, en absoluto, el posterior #1 en singles (actualmente es #7 pero previsiblemente llegará al top 5 en el siguiente recuento de Promusicae).
Desde la cuenta de Universal Spain en redes sociales no se habla de ninguna otra cosa: sus tuits son una consecución de cuentas de apoyo a Aitana, animando a los streaming parties y al consumo del tema. De pronto Universal no gestiona la música de ningún otro artista, solo la de Aitana. Y a esto se le suma otro momento muy Desperate Popstars: el haberle encajado a una concursante de OT la canción en una nominación. Porque no, nadie va a hacerme creer que Olivia eligió Superestrella de Aitana como canción de nominada. Máxime viendo su cara al recibir el libreto por parte del profesorado. La canción puede gustarle, pero su elección forma parte de toda esta desesperada estrategia.
El techo de ridículo lo tocaba Universal cuando retuiteaba un comentario en el que se leía “luego la que está arrastrándose por el número 1 es la otra”, en referencia a una streaming party que Rosalía había retuiteado para Berghain, actual #1 en Spotify del país —y previsible #1 de singles del país esta semana—.
Este tipo de estrategias tan Desperate Housewives terminan desluciendo el éxito de un tema que ya estaba arrasando: acabaría siendo Platino y sosteniendo el éxito de un disco que ya estaba funcionando a las mil maravillas. Ahora lo que luce es que Universal se ha dejado el tiempo y el dinero en fabricar un éxito para Aitana —no sería la primera vez, pero sí la más evidente—.
La pobre luego tiene que grabar documentales para negar las alegaciones de producto manufacturado. Pues igual si nos ahorráramos ciertos bochornos…
