Fusa Nocta acaba de publicar su bachata porque hay un mito en la cultura española, aparentemente fechado en el siglo XVI, que dice que el último artista de nuestra industria en publicar una bachata será consumido por los fuegos del infierno, condenado a una eternidad de diseño gráfico de los libretos de un álbum de Fito y Fitipaldis. Y claro, nadie quiere pasar por ese trance por toda la existencia. Simplemente imaginad el trago.
Fusa Nocta no será esa artista, desde luego, porque como os contamos ya está aquí ‘Lento‘. Una cosa así como mona, apañada, con su detalle aflamencado para que no perdamos de vista la diferencia entre una bachata de Tangana, una de Ana Mena, una de Nathy Peluso, una de Abraham, una de India Martínez y una de Fusa. Bueno, vale que estas dos últimas puedes ser más fáciles de confundir, pero ella le pone un appeal más urbano.
Fusa se lo lleva a la calle, al barrio, al antro que no será el mejor club del mundo pero es ese al que acudir con las amigas, pedirse un ron en una barra de madera maciza y darse a la noche. Ella lo simboliza subida a una plataforma en su vídeo oficial, una de esas que se contratan en las bodas para que la gente crea que son actores de una serie de Netflix el día de su estreno.
Fusa da vueltas mientras baila vestida de dorado, efectivamente con ritmo ‘Lento‘, porque imaginad el despropósito que sería que lo hubiera hecho rápido. No hay estómago humano que pudiera aguantar una velocidad vertiginosa subido a esa plataforma. Habría centrifugado, no habría resultado SECSI en absoluto y a ver quién iba a querer bailar una bachata si en la memoria tiene que la artista tenía ganas de dejarse la bilis en su clip. Bilis el líqudo, no el plural de la cantante de ‘Because We Want To’.
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Será tu rollo si: te apetece un plan de tranqui que se alarga hasta las 9 de la mañana, cualquier bebida sin burbujas te parece una ordinariez, eres dependienta del Bershka.
