Lady Gaga se encargó anoche de animar la fiesta en el intermedio de la Super Bowl delante de, probablemente, más de 100 millones de estadounidenses. La tarea de mejorar el espectáculo del año pasado era sencilla, después de que Coldplay se marcara un bastante insulso y confuso intermedio junto a Beyoncé y Bruno Mars en 2016, pero las comparativas no iban a ir por esos derroteros, sino que mirarían con lupa la actuación de anteriores compañeras de la cantante.
¿Ha salido ganadora de su misión Lady Gaga? Lo cierto es que estamos divididos entre el sí y el no, por lo que vamos a valorar la actuación en sus puntos buenos y malos. Primero, el vídeo, después, el análisis.
Lo Bueno
Ella
Por un lado, ha estado bien recuperar a la Lady Gaga de los espectáculos a lo bestia, la Gaga de aquellas galas de los MTV que se perdía entre excesos pero que, madre mía los shows que ofrecía siempre. Después de un álbum jazz y uno pseudo-country, había muchas ganas de recuperar a la Lady Gaga más popera. Ella cumplío: estuvo entregada, se la vio apasionada y se dejó todo lo que tenía en ese intermedio. Un aplauso para ella, porque lo merece. Y más cantándolo todo tan dignamente sin para de moverse.
Las Canciones
Si algo bueno le dio el relativo minimalismo del show a Lady Gaga anoche, fue el poder comprobar el poder de sus canciones. No había nada que distrajera de ellas: pudimos valorar mejor temas como ‘Born This Way’, ‘Poker Face’ o ‘Bad Romance’. Lo cierto es que cuando se tiene más de una docena de hits a las espaldas, ¿quién necesita de mayores artificios para venderlos? La mayoría de singles de Lady Gaga, y otros cuantos temas de sus álbumes, se mantienen en pie por si mismos, desnudos de vídeos y ropajes extraños. Eso lo comprobamos anoche.
La sutileza de los mensajes
Arrancar con el mensaje patriótico aludiendo a la justicia y la libertad, darle a ‘Born This Way’ un peso especial en el centro del setlist cuando no era algo que nadie esperara especialmente, bajar entre la gente del público -entrenado al fin y al cabo, pero público-… Lady Gaga no se metió en política anoche, pero no hizo falta porque ya dejó el mensaje sobre la mesa, sin dar pie a polémicas absurdas sobre lo que debió y no debió hacer. Recordemos que el nuevo vicepresidente estaba en el partido.
Lo Malo
Un espectáculo nada visual
Para ser Lady Gaga una abanderada -especialmente en sus inicios- de los visual, de la tecnología, etc., lo de anoche fue poco más que el escenario de una banda heavy-pop de los ochenta. Muy poco aprovechado, con el juego que da cuando a uno le toca actuar de noche, sin cambios, sin algo que mantuviera la atención de lo que estaba ocurriendo ahí y nos dejara la boca abierta. No hubo momento de shock, y en ese sentido, los shows de Madonna o Katy Perry se la comieron con patatas, cuando debía haber sido al revés. ¿Cómo ha podido ser este el Super Bowl más caro de la historia?
El setlist como “reflejo de su carrera”
Es lo que ella había prometido, un setlist que resumiera toda su carrera, pero lo cierto es que, de haber cambiado ‘Million Reasons’ por ‘Speechless’, con una actuación idéntica, Lady Gaga podría haber hecho la Super Bowl de 2010 con el mismo setlist y no hubiéramos notado ninguna diferencia. ¿Dónde quedó ‘Artpop’? ¿‘The Edge Of Glory’? De la media docena de canciones que cantó Gaga anoche, cuatro pertenecen a su primera etapa, lo que evidencia que los hits de Gaga se concentraron demasiado en sus primeros años. Después… no tanto.
‘Million Reasons’
Es, sino la mejor, una de las mejores baladas del pasado año, y posiblemente la mejor que Gaga haya lanzado, pero su inclusión en medio de un setlist pop fue un poco de bajón, la verdad. Gaga su subió a tocar el piano, y perdimos por un momento el ambiente que había dejado con su actuación hasta el momento. Aunque fue un instante emocionante, quizá la hubiéramos recolocado en otra sección de la actuación. O sustituido por ‘Perfect Illusion’, más acorde con el lugar donde tocaba.
