Cerrad los ojos. Imaginad una discografía loca donde las haya. Tomaos vuestro tiempo. Jesús, eliminad Mecano de las opciones, ya han hablado de ello lo suficiente como para cuatro generaciones. ¿Alaska? ¿Pero qué estáis imaginando? Mirad, mejor si abrís los ojos y os preparáis para que analicemos para vosotros la discografía de Shakira. Porque sí, a esa nos referíamos, que no sabemos dónde tenéis la cabeza. Bienvenidos a Hits Don’t Lie, la sección en la que desgranaremos los singles de la colombiana uno a uno.

¡Preparaos para mover las caderas y arranquemos un nuevo visionado!

El argumento y la metodología

‘Hips Don’t Lie’ tiene tela que cortar, la verdad. Podríamos con ella abrir varias mercerías, y aún así tener sobrante suficientes como para decorar Versalles con cortinas y reutilizarlas para hacer el vestuario del comeback de Destiny’s Child.

Empecemos por la raíz de la canción. ‘Hips Don’t Lie’ se llamaba ‘Lips Don’t Lie’ y debía haber sido una de las canciones del comeback de The Fugees a mediados de los dosmiles. A Lauryn Hill no le gustaba ni una pizca -porque ya nos diréis que iba a hacer Lauryn Hill cantando algo parecido a esto después de publicar ‘The Misseducation’, sinceramente-, con lo que se piró y dejó plantados a los Fugees. No hubo comeback y ‘Lips Don’t Lie’ se la quedó su compañero Wyclef Jean.

Y le dio salida: la publicó como tema para la banda sonora de ‘Havana Nights’ (la secuela de ‘Dirty Dancing’) bajo el título ‘Dance Like This’, junto con la voz de la cantante Claudette Ortiz. El tema era básicamente ‘Hips Don’t Lie’ pero con la intensidad bajísima.

Y llegamos a Shakira, que es quien a la postre la daría a conocer realmente: la colombiana venía de triunfar en el mercado latino con ‘Fijación Oral’, pero el inglés se le había vuelto a atragantar tras el desliz de ‘Don’t Bother’ en listas. ‘Oral Fixation’ se publicaba sin que el sello viera en su tracklist algo que pudiera reflotar el álbum. Y corrieron a llamar a Wyclef Jean.

Pero ojo, que no le llamaron para ‘Hips Don’t Lie’. ¿Veis como hay tela? Lo llamaron para remezclar ‘La Tortura’, que ya había sido un hit meses atrás junto a Alejandro Sanz, y publicarla en el mercado internacional. Una idea un tanto absurda porque el tema original ya fue #23 en Estados Unidos y top20 y top10 en prácticamente toda Europa. Y Wyclef dijo que no, que tenía una canción mejor para la ocasión.

Y así llegamos al punto actual. Como dato hilarante, cuando se publicó la versión final del tema, que efectivamente reflotó toda la era y le dio a Shakira su único #1 en Estados Unidos, Jerry Rivera se pilló un rebote. ¿Por qué? Pues porque la canción samplea las trompetas de su ‘Amores Como El Nuestro’, de 1992, y él no sabía que se le habían concedido los derechos. Lo gracioso es que ya se sampleaban en la original de Wyclef. Incluso se sampleaban en ‘Deja Vu’ de Lord Tariq y Peter Gunz, que fue top10 en Billboard. Se conoce que por entonces Jerry estaba a otra cosa.

El vídeo oficial

Si el mood rockero de ‘Don’t Bother’ no había funcionado, había que sacar el mood ‘cuchi-cuchi‘, las maracas, a Charo y todo el latineo cliché que los angloparlantes pudieran tener en mente. De modo que pasamos a una Shakira que explicaba el título de la canción diciendo que “sus caderas le decían si un tema estaba a punto o no”. Si se movían, era que sí, si no, es que la canción necesitaba otra vuelta. Se que ve la estrategia, cuando compone en inglés, no le va muy bien. Pasa a tener la cadera de El Langui. Porque ya nos expliréis cosas como ‘Don’t Wait Up’.

En ese punto de aceptación caderística, shaking las marracas y Taylor Swift sorprendida diciendo “she speaks spanish?”, Shakira se fue a rodar con Sophie Muller el clip de ‘Hips Don’t Lie’. Gracias a Dios, y aunque recreó el espíritu de barrio y plaza colombiano para el clip, tuvo a bien hacerlo con bastante gusto y limitar las chorradas en faux-latin para los lyrics de Wyclef.

Shakira homenajeó al carnaval de Barranquilla en el clip, con las vestimentas típicas para la ocasión, al tiempo que se paseaba entre la gente de la calle, o de pronto un montón de telas rosas colgadas del techo. Nunca hay suficientes telas para un vídeo que quiere dar vibes de hippismo.

La cantante se pasa medio vídeo con una sonrisa festiva y otro medio con cara de seducción, en lo que sería la versión SECSI de Marge Simpson en el carnaval de Rio. Wyclef, pues… lleva un sombrero porque, imaginamos, en su cabeza era la forma de integrarse en todo el concepto.

¿A qué Shakira representa?

A la Shakira que quiere hacerte olvidar un flop con un hit. Como cuando después de la ya citada ‘Don’t Wait Up’ lanzó ‘Te Felicito’ y todos dijimos: “aaaaah“. Como cuando después de la era ‘Shakira.’ llegó ‘La Bicicleta’. O ‘Las De La Intuición’ a salvarnos de ‘Illegal‘, con un Carlos Santana que no podía estar ya más demodé. No puede uno colaborar con Michelle Branch y pensar que sigue teniendo relevancia.

Representa a la Shakira que sabe que, cuando quiere salirse del tiesto y probar otras cosas, siempre puede volver a la maceta de la maraca, la melena salvaje y feature con un señoro.

¿Cuántos golpes de cadera merece?

Los cinco golpes de cadera sin duda alguna. Es un clásico absoluto, lo que es un logro siendo un cover. Es de esas versiones que mejoraron a la original -y de qué forma-, como ‘Torn‘ de Natalie Imbruglia, ‘I Will Always Love You’ de Whitney Houston o ‘Vas A Volverme Loca’ de Natalia.

Shakira sacudió al mundo entero con ‘Hips Don’t Lie’ y todavía hoy el arranque de las trompetas de la canción es capaz de poner un estadio en pie. Ni os cuento a un chiringuito, verbena o bar.

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