Dani Fernández avisaba de primeras que esta canción no era el arranque de su tercera era. No lo vayáis ya a agobiar con manifestaciones de “Where is the album?” a las primeras de cambio, porque él está en este momento a otra cosa, Y es que Dani Fernández tiene activado su modo Madonna-en-Malawi. Ese mood de las estrellas del pop en el que de pronto pasan a llevar vestidos holgados de flores, un sombrero y chancletas. ¿Por que están de excursión? ¡No! Porque van a ser padres.
Es ese momento de nuestros artistas en el que de pronto llega la madurez y lo que te sonaba a electrónica y baile de pronto es una balada producida por Antonoff, lo que era sensual R&B pasa a ser un corte a piano y lo que, sobre todo en el caso de ellos y en España, lo que era una canción de cierre de bar en La Latina -el barrio, no Thalía– se convierte en un tema de apertura de Alehop en Salamanca. Más tranquilito, más emotivo, pensado para tocarte la fibra y no precisamente como un All Bran.
Porque Dani Fernández le dedica ‘Solo Tienes Que Avisar’ a su futuro hijo, que está en camino. A estas alturas del post también os decimos que si pensábais que se la iba a dedicar a Pablo Puyol igual es que no nos estábamos explicando bien. Que tampoco sería raro que alguien leyera estos artículos y no entendiera la mitad de lo que se dice en ellos, claro.
Dani Fernández se calza el sombrero y el vestido holgado de flores -de forma figurativa, no es que parezca ahora ET en aquella escena- y promete prometer a su hijo, le anuncia que tiene ganas de cantarle y de contarle cosas que no le ha dicho a nadie. Como por ejemplo: “peque, ¿sabías que las cáscaras de plátano asadas se convierten en un plato comestible?” o “cariño, la torre Eiffel mide 15 centimetros más en verano que en invierno por la expansión del hierro”. La verdad es que para eso tener un hijo está bien, un bebé nunca va a juzgarte por pedante o por dar datos random. Si acaso te mirará desconcertado para añadir después “wah“.
No se podría pedir una reacción mejor.
Será tu rollo si: eres Verdeliss, nunca has visto ‘El Cuento De La Criada’, llevas llamando “hijos” a tus gatos unos seis años a pesar de las miradas de tus compañeros de trabajo.
