El sopor generado por toda esta era de Adele es digno de ser enmarcado, la verdad. La cantante ha vendido casi 6 millones de álbumes con el disco, que a todas luces serían cifras soñadas por cualquier A-Lister, pero que a ella le ha supuesto perder al 66% de su público respecto del disco anterior. Se han publicado tres singles del trabajo, pero lo cierto es que ‘I Drink Wine’ llegó ya como de tapadillo y sin que nadie le hiciera demasiado caso y al que fue el segundo, ‘Oh My God’, la que no le hizo caso fue ella. De modo que todo ha tenido bastante poco brillo, lamentablemente, porque seguimos siendo firmes defensores del disco, a pesar de los pesares.

Lo que sí consiguió reconducir finalmente fue su residencia imaginaria en Las Vegas. Tras cancelarla la noche del estreno -una pifia que quedará para los anales de la historia del pop-, la artista la reabrío hace unos meses y firmó por cuatro meses de actuaciones en los fines de semana. Una cita que parece que ha decidido extender:

“Estar en Vegas, que está cerca de donde yo vivo, ha sido absolutamente importante para poder avanzar. Como sabéis, pasé por un divorcio que dio la vuelta a mi vida por completo, a nuestras vidas por completo, y he tratado desde el primer día de rehacer mi vida desde sus bases.

No podía haber salido de gira, no podía haberme marchado y dejar esta vida que estoy rehaciendo, de modo que esto es súper apropiado para mí -por egoista que pueda sonar- porque para mí combina lo mejor de ambos mundos.

(…)

Tocar para 4.000 personas durante 34 noches no es suficiente y lo sé. No es suficiente, así que estaré de vuelta. Volveré unas semanas en junio y grabaré el show, lanzándolo para asegurarme de que cualquiera que quiera verlo puede. Y después volveré en verano, desde finales de agosto hasta otoño.”

Hombre, 34 fechas dejaba bastante que desear: la residencia en Vegas de Celine Dion tuvo 427 shows, la de los Backstreet Boys 80 y Katy Perry lleva ya 70 conciertos allí. Es normal que Adele, que no tiene previsto salir de gira con este álbum -y veremos si con los siguientes, de haberlos-, haya decidido estirar un poco más un chicle que, a nivel ticketing, le está funcionando.

Con los nuevos shows, que tendrán lugar entre el 16 de junio y el 4 de noviembre, Adele sumará el mismo número de shows a su residencia, otros 34, llevando su total a los 68 conciertos. Las entradas para estos nuevos shows se pondrán a la venta en diez días a través de los cauces habituales, como la empresa que apelotona a gente dejándola sin tickets para Taylor Swift.

https://youtu.be/r-uahCm9oIw

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