Alejandro Sanz ha publicado un EP. Así, un poco a la babalá, para acompañar a la gira que le está llevando por un buen puñado de países a promocionar su último álbum, ‘Sanz‘. Pero ahora ha querido promocionar otro perfil suyo, el perfil ‘Burns‘. Pronunciado “buarns” realmente, pero con el mismo gorrito de Jimbo y la camiseta de la calavera. Ha vuelto el Alejandro Sanz de ‘Back In The City’, ‘Looking For Paradise’ o el de ‘Mi Persona Favorita’, ese Alejandro Sanz que compone como si estuviera de rodillas llorándole a Spotify por una plaza en algún playlist cool. Como si encima del felpudo, lágrimas en los ojos y mirando a los directivos a la cara, dijera: “de verdad, si queréis me traigo a Danny Ocean. A Maluma. A quien me digáis que estuviera de moda hace un lustro”.
Y así ha dado a luz a ‘Correcaminos‘, la canción que da título al EP completo, que obviamente es la peor con muchísima diferencia de lote. Y por supuesto el single principal. Es Alejandro Sanz diciendo “dabuten, tron”, es Alejandro Sanz haciendo un gesto surfero a Tony Aguilar, es Alejandro Sanz comprándole camisetas tye-dye a Edmundo Arrocet. Así suena Alejandro Sanz y peor aún suena en el tema Danny Ocean. Que ya es decir. Los dos, por supuesto, protagonizan un vídeo a la altura de la canción, con aesthetics que hasta le parecerían manidos a Pablo Alborán. Imaginad el nivel.
El resto del trabajo, a Dios gracias, no se compone de ese tipo de canciones. Las otras dos canciones, ‘Cuando‘ y ‘Volé‘ son más del Alejandro Sanz con dos dedos de frente. La segunda sale victoriosa a nivel cualitativo, pero bien es cierto que ambas representan al Alejandro de los últimos años, que nunca sabes si te está componiendo una canción o recitando una receta médica, porque ambas tienen la misma estructura: ninguna. Riman, con suerte. Y gracias. Pero al menos no van de guays.