Tras la noche Festivalera, es hora de analizar los marcadores y ver qué países se la han pegado respecto a las previsiones, además de qué otros han salido reforzados con su actuación en directo. Estas fueron las sorpresas y fiascos de Eurovisión 2021.
Las sorpresas
Entre las sorpresas, dos posiciones dentro del top10: Rusia y Grecia. La primera, que había figurado en la zona alta de favoritas durante una temporada, atravesaba un bache de popularidad según se acercaba la final. Finalmente 104 puntos del jurado y 100 puntos del televoto la posicionaron novena, un buen y equilibrado resultado para Rusia, que vio como Manizha se sumaba a su estelar catálogo de top10s en la última década… la pobre Yulia Samóilova no pudo decir lo mismo en 2018. Claro que llevar aquello a los diez primeros hubiera sido una osadía.
Grecia dio la sorpresa no porque fuera inesperado, porque el #10 era, aproximadamente, el puesto que las apuestas le auguraban. Pero seamos francos, ¿alguien pensó que el jurado la valoraría con 91 puntazos, por encima de los 79 del público? ¿Tanto tenían el foco puesto en la canción que consiguieron pasar por alto la bochornosa puesta en escena? Sea como fuere, nos alegramos por Stefania, mejor puesto para el país desde el año 2013.
Y otra que también mejoro, inexplicablemente, los resultados de 2019 fue Natalia Gordienco, la cantante de Moldavia. El país dio la campanada colgándose del #13 con 53 puntos de jurado y 62 de televoto para ‘Sugar’. El ‘Expediente X’ de la noche, porque la performance era soporífera, ella cantó con una afinación basada en una escala de notas que inventó en 1997 y el tema era genérico a más no poder. ‘Sugar’ partía en el #23 de las casas de apuestas.
Los fiascos
El fiasco un perfil claro en la noche eurovisiva -con la excepción del caso Gordienco-: la diva del mamarracheo y el brilli brilli. Europa pasó sobradamente de casi todas las propuestas de body de flecos plateados y el mover el cucu al ritmo de canciones pop notablemente demodé. Un tipo de cortes muy del gusto de los die-hard eurofans, que no contaron con demasiado apoyo en las votaciones.
Dos nombres propios entre los mayores fiascos, eso sí: los de Destiny y Senhit. Ambas sufrieron un enorme varapalo del televoto, precisamente donde pensaban rascar la mayor parte de los puntos. La cantante de Malta pagó su sobrepromoción con sólo 47 puntos del público, que la condenaba a quedarse fuera del top5 -en el #7- tras pasarse buena parte de la temporada eurovisiva como gran favorita del festival.
Lo de la de San Marino, Senhit, fue para enmarcar: ‘Adrenalina’ (#22), que ya partía con unos pobres 37 puntos del jurado, se quedaba en unos raquíticos 13 más del público. La cara de la cantante, que contrató a Flo-Rida para hacerle el rap en la canción, fue un auténtico poema. No daba crédito a tan poco apoyo después de darlo todo en el escenario y volcarse en la promo del tema.
A estas dos se sumaron los pobres datos de Azerbaiyán (#20), Albania (#21), Genovia (#17), Serbia (#15) y sobre todo Chipre (#16), que con 94 puntos también salió bastante mal parada. ‘El Diablo‘ había tenido una andadura irregular en las casas de apuestas, pero tras tocar techo en el #5 de las mismas, sólo su posición de salida, abriendo el Festival, se entiende como mazazo a su puntuación. La puesta en escena y canción eran las más eficaces de todas las divas de brilli brilli de la noche.
Noruega también se llevó una bofetada: Tix no se acercó al top10 como preveían las apuestas, y se quedó en un #18 lastradísimo por los pobres -y merecidos, las cosas como son- 15 puntos del jurado.
Casi todos los países con pase directo a la final lo pasaron mal: Alemania se quedó en el #25 con 3 puntos y cero del televoto, Reino Unido se volvió a casa con un cero rotundo, Países Bajos fue #23 con sólo 11 y lo de España… ya lo hemos hablado largo y tendido.
