Falta apenas un mes para que descubramos cuál de los 7 finalistas que sobreviven en ‘The X Factor’ es el ganador de la decimotercera edición del concurso, y Simon Cowell y el equipo del programa están ya preparando la maquinaria de cara a la final. El programa ha vivido un relativo resurgir este año, recuperando cerca de un millón y medio de espectadores, volviendo a generar titulares con sus concursantes más polémicos (Bratavio, Honey G) o con alguno de los affairs de la temporada (#Remily o la relación lésbica de Saara Aalto).
Lo cierto es que con todo marchando tan bien, lo que Cowell no quiere ahora es que se le escape de nuevo de las manos el single del ganador, como pasó en 2015 con Louisa Johnson. La joven ganó el concurso en su edición de menos audiencia e impacto social, y llevo un cover de Bob Dylan al #9 de la lista británica la Navidad pasada. Lo realmente trágico no fue sólo el peak de la canción, que por primera vez dejaba a ‘The X Factor’ sin un #1 y sin llegar al top5; sino sus ventas: en total, ‘Forever Young’ no ha alcanzado las 100.000 copias vendidas. Un absoluto desastre si tenemos en cuenta que el ganador anterior, Ben Haenow, coló más de 210.000 copias de su single… en 7 días.
Para evitar otro traspiés, el single del ganador del programa este año irá a cargo de Ed Sheeran, que ha escrito una canción que ya han escuchado todos los finalistas, y que será su himno navideño salvo que el concurso lo ganen dos de ellos. De llegar 5 After Midnight o Honey G a la gala final, no cantarán la canción de Ed Sheeran sino otra diferente, que desconocemos.
¿Por qué se ha tomado esta decisión? ¿Quizá porque, al igual que ocurrió con el single de Louisa, se entiende que la versión sólo beneficiaría a uno de los finalistas y no quedaría igual de bien en las voces de 5 After Midnight? Lo de Honey G lo vemos algo más sensato, para qué nos vamos a engañar.
