Los one-hit-wonders generalmente nunca suelen serlo: es decir, un buen montón de one-hit-wonders tienen después un hit moderado al que aferrarse, y más aún hoy día que el streaming ayuda a un efecto resaca del hit original. De este modo, incluso Icona Pop, Gotye o Magic! tienen singles con escuchas millonarias que no son sus grandes hits.
Pero estos efectos resaca no duran eternamente, porque el público también tiene sus Gelocatiles musicales a mano, con lo que lo de Ava Max más ya como de migraña del día después, que haces lo imposible por quitarte de encima, pero por algún motivo sigue ahí. Y bajas las persianas para evitarla, pero ahí está hasta que se pasa del todo.
La cantante ha publicado dos canciones nuevas, ‘Freaking Me Out’ y ‘Blood Sweat & Tears’ cuando su mayor hit continúa siendo, oh sorpresa, ‘Sweet But Psycho’. Y ello que la resaca golpeó medianamente fuerte con ‘So Am I’, más que nada porque los británicos pasan por cualquier aro a veces.
Pero estos dos temas, por ahora, ni a los ingleses: por ahora no figuran entre sus 10 canciones más populares de Spotify -donde hay varios remixes de su hit y medio- ni aparecen por el top100 de los servicios de streaming de prácticamente ningún país. No es de extrañar, porque de verdad, no se puede vivir en el pop básico de la pasada década vendiéndolo de nostalgia. Hay que poner límites a la nostalgia.
‘Freaking Me Out’ es una canción absurdísima con el terror como telón de fondo para hablar del enchochamiento hacia alguien -Natalia ya lo hizo mejor en ‘Sombras’- y ‘Blood Sweat & Tears’ es una canción de Marina Diamandis en 2012, si Marina fuera analfabeta. Hagámonos todos un favor, y dejemos que esta muchacha se labre un futuro de otra manera o con otros proyectos.
Seguro que la peluca mal cortada aún está en garantía y se la cambian por un puñado de Triskies o un bocata de calamares.
