La gala de los Goya suele ser un auténtico peñazo, esto es así. Pero este año, parece que la audiencia ha respondido mejor a la entrega de premios, tanto con mejores críticas a sus presentadores –Silvia Abril y Buenafuente- como en sus cifras finales, más de un 26% de audiencia que le daba a los Premios de la Academia su mejor registro de la última década.
Además de los premiados, con ‘El Reino’ y ‘Campeones’ en cabeza, subieron al escenario a actuar Amaia, Rosalía, Rozalén y Judit Nedderman, con lo que la gala contaba con un hook musical bastante mayor que otros años. La autora de ‘El Mal Querer’ tiñó el escenario de rojo y conquistó a los allí presentes con una versión góspel electrónico raruna del ‘Me Quedo Contigo’ de Los Chunguitos, que fue banda sonora del ‘Deprisa, Deprisa’ de Carlos Saura en 1981, y que se presentaba completamente irreconocible, y maravillosamente adaptada a su intérprete.
En el caso de Amaia, Rozalén y Judit, su paso por el escenario de la gala sirvió para presentar los temas nominadas este año a Mejor Canción Original, que terminó en manos de la composición de Coque Malla para ‘Campeones’. Las artistas interpretaron un medley con todas las nominadas, y dejaron una de las anécdotas más comentadas de la noche: Amaia aparecía en el escenario para hacerse una amaiada y explicar que había habido algún problema técnico y la actuación tenía que volver a arrancar.
El problema no fue de Amaia, sino del sonido en sí, pero la aparición de la cantante le hizo ganarse alguna crítica en redes sociales. Y es que la naturalidad de Amaia también necesita encontrar su hueco, y en una gala de este estilo, quizá lo suyo hubiera sido que un técnico parara la actuación y se reiniciara sin que ella tuviera que salir a explicar lo ocurrido en directo. O quizá no, y esos momentos de torpeza naive de la artista sigan teniendo el gancho de cuando la conocimos por primera vez.