¡Se cerró la votación de eurocuadros! ¡Bien! ¡Galería finiquitada! Ya ha colocado RTVE los ganchitos para colgar en la pared los cuadros premiados, y como no podía ser de otra manera, son todos bien terribles. Ya hicimos en su día una clasificación de todo el arte que podía verse en la web de las votaciones, así que hoy nos limitaremos a poner el foco en esas canciones ganadoras que podrían representarnos en Eurovisión y pelear con fuerza por ese #26 que se nos resiste desde que Manel Navarro hizo las cosas en condiciones.
Recordad que, además de estas tres abstractas obras de arte, hasta 7 más podrían ser elegidas por un jurado profesional -¡ja!-, por lo que nos desesperéis, aún podemos enviar a Joan Garrido a Eurovisión y aumentar nuestras probabilidades de victoria.
‘Muérdeme’, María
Imagina que C. Tangana tiene una cena de empresa, vuelve borracho de la misma, y compone una canción a las 4 de la mañana cuando pasa por un local de Chueca en el que suena una canción de Armenia de Eurovisión de los dosmiles. Pues aquí tienes ‘Muérdeme’, con esa producción fina, elegante, bien trabajada y moderna, y cantada por una María que tiene tantas ganas de sentirse representada por el tema como de irse a Tel Aviv a veranear. Ha sido el tema más votado de entre los 190m votos recibidos, el 0,4% de la población española y el 8,5% de la audiencia de ‘OT 2018’.
‘Hoy Vuelvo A Reír Otra Vez’, Noelia
Pastora Soler on a budget. Digamos que su compositor estaba rebuscando en la sección de discos a un euro de Poundland y se encontró con una balada que Malú había rechazado para la era ‘Cambiarás’, por sosa. Noelia saldría al escenario con un vestido blanco, un moño, el maquillaje on point y un ventilador que agitara su vestido en la parte del cambio de tono, en un despliegue de riesgos creativos nunca antes visto.
‘La Clave’, Natalia
Flos Mariae saliendo de rave. Una canción sobre la falsedad de las redes sociales y la necesidad de encontrarse a uno mismo lejos de ellas, perfecta para una concursante expuesta en un reality show y que después no hace sino acumular seguidores en las mismas y fandom en Twitter. El mensaje ha calado tan profundo como lo hará el drop demodé tras la ausencia de hook alguno de la canción. Su único gancho, que sepamos, es ese de la pared donde todo esto está colgado.