Puede que a España Cardi B apenas nos haya llegado con ‘I Like It’, más allá del impacto que tiene entre lo que Belén Esteban llamaría ‘los internautas’ y gente joven a la que se la suda lo que pinchen en Los40, pero en Estados Unidos, la rapera está que lo tira: absolutamente todos -¡todos!- los temas de su álbum debut, ‘Invasion Of Privacy’, están certificados, como mínimo, Oro en el país, y acaba de superar las 2.000 millones de escuchas en Spotify en apenas 10 meses, haciéndola la artista femenina que más rápido ha conseguido superar semejante barrera.
Junto con Rihanna y ArianaGrande, está claro que Cardi B es la reina del mercado de escuchas, y no tiene previsto bajar el ritmo después de su breve baja por maternidad: esta misma semana lanzaba el vídeo para su último single, ‘Money’, #30 en Billboard (sería #22 sin los villancicos), y volvía a tirar la casa por la ventana.
Porque si a algo sabe sacar partido la autora de clásicos como ‘Lit Thot’, es a sus excesos, y como muestra, un botón: en el vídeo de ‘Money’ la vemos ejercer de stripper, de modelo de museo de la moda, de señora bien, de señora fetén, y de señora fatal. Y todo de la manera más exagerada posible: ¿Modelo? en una urna de cristal, en medio de todos sus modelitos en la sala más rococó posible. ¿Stripper? Rodeada de oros y vestida como Cleopatra. ¿Artista? Tocando el piano desnuda con una ventisca que va a helarle hasta el último de sus ‘Bartier Cardi’s. ¿Mujer empoderada? Con una pamela en la que podría hacer tres paellas para el más exagerado anuncio de Fairy.
Que no sea, desde luego, por dejarse nada en el tintero. De nuevo, queda en evidencia que Cardi es de esas artistas que ha sabido sacar partido al mercado del click y la reproducción, y ha entendido la importancia del ‘vídeo evento’. Aplíquense el cuento los demás.
