Recordaréis a Mario Jefferson porque si habéis encendido la tele en los últimos 10 años, hay un 36,54% de posibilidades de que haya aparecido en ella en alguno de los cientos de miles de formatos en los que ha participado. De hecho, es probable que ‘Día A Día’ no lo presentara María Teresa Campos, sino que también fuera él que en aquella época en vez de tupé, se dejó flequillo con mechas.
El caso es que Mario llevaba en silencio discográfico un par de años, desde que editara su último single ‘El Que No Llora No Mama’, que lamentablemente, a pesar del equívoco al que podía llevar la última palabra del título, no era un cover del clásico de Spice Girls. Pero es 2021, y aprovechando que su popularcísima edición de ‘OT’ cumple una década, ha decidido volver.
Y bien rodeado, porque su nuevo single ha contado con María Peláe y Alba Reig como compositoras y productoras, confirmándose como uno de los mejores tándems de la composición pop actual. Las Ella Baila Sola que se dirigen la palabra. Las Grecas que no van pedo. Y eso que podían estar de subidón de ‘Agua De Coco’ (¿no se colocaba Harry Styles a base de sandía?), que es como se titula el single en cuestión de Mario Jefferson.
Él no se deja emborrachar por la misma, sino enloquecer, según dice la letra de la canción. Y para ilustrar semejante locurita, se ha montado un vídeo que en 2019 nos hubiera recordado a un verano normal, pero efectivamente, en pleno 2021 es una auténtica demencia estival. El cantante se monta un road trip a la playa, donde queda con amigos para darles la monserga con la guitarra. Nadie quiere tener un amigo con guitarra en la playa. Los móviles no llevan altavoz para que tengamos que escuchar acústicos de señores interpretando a Vanesa Martín y Bebe. Ay, aquellos veranos pre-pandémicos.
Y claro, puestos a contagiarse de la locura del ‘Agua De Coco’, el subidón ha llevado a Mario Jefferson a celebrar su número uno de iTunes. La caja vacía, ¿recordáis?. Claro, dice el muchacho muy emocionado que “nunca ningún single había llegado al #1”. Se conoce que en 2019 olvidó avisar a tres vecinos que este año sí que habían puesto la alarma para el lanzamiento. Que luego les mira mal al bajar hacia el descansillo y no es cuestión de generar tensiones absurdas por 1,29 euros.