Estos días de cuarentena nos están dejando historias maravillosas. La última nos la ha contado Troye Sivan, que ha encontrado un momento para sacarse un hilo de la manga cual si fuera él el CEO de una mercería. Un hilo basado en hechos reales, puesto que es la historia de cómo fue timado por una falta Greta Thundberg, hasta el punto de que estuvo a punto de morder totalmente su anzuelo y convertirse en uno de los atunes que pesca Amaia Montero.
La historia es más o menos esta: el padre de Greta Thunberg contacta con la manager de Troye Sivan, y le dice que está interesado en que el cantante participe en un proyecto de diferentes artistas a favor de la ecología en el planeta, el poder para el apio y el reciclado de la alcachofa asiática. Esto último hemos podido exagerarlo un poco por el bien de la narrativa.
El caso es que el falso padre de Greta les hace saber que ella es muy fan de Troye Sivan, y la manager del cantante termina poniendo en contacto a la falsa Greta con el veradadero Troye a través del número de teléfono de este último. Este le manda un mensaje, con el ego por las nubes pensando que ha pensado en él, junto a gente como Leonardo DiCaprio o el otrora Príncipe Harry, para participar en su proyecto, pero ella no le responde.
A lo días, la manager empieza a desconfiar porque descubre que la voz que escuchó en su teléfono, y que tenía un nivel de inglés bastante bajo, no se corresponde a la del padre de Greta en diferentes entrevistas. Avisa a Troye, que queda al borde de caer en la trampa. ¿Al final quién estaba detrás de toda esta historia de timos a famosos? ¿Algún amigo de Andreita? No en este caso: unos hackers rusos que no sabemos si están o no conectados a Andreita.
story time: I got catfished pic.twitter.com/e4tf2wwSEA
— troye (@troyesivan) March 27, 2020
Por cierto, Troye Sivan está a punto de publicar su nuevo single, ‘Take Yourself Home’, que llegará a todas las plataformas el próximo 1 de abril. Esto no es tan chorra y divertido como su vídeo narrando la historia de los hackers, pero también estamos francamente interesados.