Seguimos analizando la edición de ‘The X Factor’ en su formato de galas, después de una temporada de castings que han dado con los 16 concursantes definitivos de 2018. El programa recupera su formato de antaño, con actuaciones los sábados y expulsiones los domingos, y vuelve a dejar en manos del jurado la salvación mediante sing-offs. Sin favoritos, aunque manteniendo una doble expulsión con un primer expulsado por la menor cantidad de votos, el programa retoma sus costumbres más eficaces.
La segunda semana del programa, con la temática de ‘Guilty Pleasures’, ha sido un importante fail: las canciones no estaban demasiado bien elegidas, y el jurado consideró un churro la mayor parte de las actuaciones.
La mejor actuación de la noche
Todo terminó yéndose tan de madre en general, que lo mejor de la noche fueron las actuaciones más sobrias: Dalton Harris llevó ‘I Have Nothing’ con elegancia y muy buena afinación al plató, y en semejante gala, fue de agradecer. La performance del muchacho es, con diferencia, la más vista en Youtube de toda la noche, con lo que es más que probable que los ingleses estén de acuerdo con nuestra valoración. Dalton se empieza a posicionar como factible ganador de la edición de 2018, aunque su perfil comercial sea bastante complicado fuera del programa.
Por otra parte: ¿en qué momento ha decidido ‘The X Factor’ que una balada de Whitney Houston es un guilty pleasure? ¿Está una balada de Whitney Houston al nivel de ‘Cartoon Heroes’ de Aqua o incluso que ‘Staying Alive’ de los Bee Gees? Vale que puede ser algo hortera, pero señores, un poco de criterio si vamos a tematizar las galas.
La peor actuación de la noche
El desastre escénico de United Vibe fue tal, que el momento de su salvación en la noche del domingo fue muy para hacerse un “grábales las caras, Juan, las caras” a los miembros del jurado. La boyband no termina de cuajar, y después de las malas críticas de la pasada semana, esta terminan haciéndolo muchísimo peor: ‘Party In The USA’ -esto sí lo entendemos como guilty pleasure, tomen nota- sonó fatal, sin harmonizar, sin el mínimo gusto, y todo lució como si nadie hubiera ensayado previamente.
El jurado machacó a los chicos, comentando que había sido “un desastre”, que “todo estaba mal con ellos“, y que ni había vibe ni había unión. Simon Cowell, de hecho, los animaba a cambiarse el nombre, que también criticó, apoyado por Robbie Williams, el propio mentor de la boyband, que pedía a Twitter ideas para un cambio. De hecho, recordemos que el grupo se llamaba originalmente Vibe5.
El expulsado directo
La concursante menos votada fue Janice Robinson, y eso que en la segunda gala optó por no comportarse como una melodramática tarada. Bueno, lo hizo hasta que fue expulsada, y soltó un sermón sobre su hija ciega (?) y ser “una hija de Dios” (!). Lo cierto es que Janice no lo hizo tan mal el sábado noche, pero es comprensible que, siendo la mayor parte de la audiencia del programa menor de 24 años, lo de verse reflejado en una cantante de 50 años que tuvo un hit en los 80 y va vestida de Diana Ross en Halloween, ya tal.
Por cierto, ‘The X Factor’, ‘Show Me Love’ es un clásico dance, no un guilty pleasure.
El sing-off
Todo mal: los dos concursantes menos votados de la noche fueron LMA Choir (¿en serio, amigos británicos?) y Brendan Murray. La explicación más rápida es la siguiente: LMA Choir clavó ‘Change Is Gonna Come’, y Brendan hizo un churro de ‘High And Dry’, arrancando con un acapella más aburrido que su paso por el programa hasta la fecha.
A pesar de ello, Ayda Williams optó por llevar la eliminación a deadlock, y claro, la legión de carpeteros votantes dejó fuera del programa a LMA Choir. Discutimos desde el primer momento que su perfil fuera el adecuado para este tipo de programa, pero también es cierto que, sobre el escenario, se han comido a la mayor parte de los demás concursantes en dos semanas. Había perfiles mucho más prescindibles en la edición, y claro, Robbie Williams no daba crédito a estar perdiendo a su grupo.
El resto de las actuaciones de la semana
Así han sido el resto de las performances de la semana:
- Shan Ako | ‘Sorry Seems To Be The Hardest Word’ | Ahora resulta que también esto es un guilty pleasure: todo pop previo a 2011 es ya un guilty pleasure. Shan arrancó fantásticamente bien, y en general fue de lo mejor de la noche, pero necesita tener un mayor control de sus agudos, el final fue un caos vocal, y fue una pena.
- LMA Choir | ‘Proud Mary’ | ¿En serio terminaron nominados y expulsados con semejante derroche de energía en el escenario? Su actuación fue de lo mejorcito, lo más entretenido y lo vocalmente más on point del fin de semana.
- Giovanni Spano | ‘…Baby One More Time’ | Exceso, y eso que la idea no era mala del todo. Giovanni querrá hacer rock, pero necesita quitarse de encima ese tufillo a banda tributo que tiene en estos momentos. La versión estuvo excesivamente recargada.
- Acacia & Aaaliyah | ‘All My Life / Shutdown’ | Este es el camino, amigas. La primera parte fue absolutamente prescindible, pero en el momento que la pareja puso al plató en pie con el segundo smash de grime, todo tuvo sentido.
- Scarlett Lee | ‘Always On My Mind’ | Estuvo muy bien cantada, y de nuevo, Scarlett lució una voz privilegiada. Ahora bien, ¿no empieza a postularse más como paradigma de concursante de ‘The Voice’ en vez de ‘The X Factor’? Necesita un chute de energía.
- Bella Penfold | ‘Diamonds Are Forever’ | El jurado dijo de ella que no tenían claro si era una rapera que cantaba o una cantante que rapeaba. Bella estuvo demasiado justa luciendo un clasicazo que, de nuevo, ¿en qué momento es un guilty pleasure?
- Brendan Murray | ‘Believe’ | Si vas a cantar ‘Believe’ en acústico por decimoctava vez en televisión, al menos ten el detalle de hacerlo bien. La actuación, que pretendía ser original -suponemos- terminó siendo lo más predecible y anodino de la noche.
- Molly Scott | ‘Little Do You Know’ | Simon Cowell se pasó por el forro la temática de la gala, y el jurado se lo recriminó: ni era un guilty pleasure, ni era un buen tema para Molly, que hizo lo que pudo con él, pero no había demasiado donde rascar.
- Danny Tetley | ‘Crazy For You’ | El reloj de Danny debería estar ya agotando su batería: puede que tenga oído, pero su voz resulta del todo irritante. La propia Madonna hubiera cantado la canción de forma más sufrible.
- Anthony Russell | ‘I Want To Know What Love Is’ | ¿Estuvo mejor que la semana pasada? sí. ¿Fue bastante malo? También. El perfil comercial de Russell quedó diluido con una versión edulcorada de una canción que ya de por sí es todo azúcar. Y todo esto, claro está, animado por su incoherentísima necesidad de movimiento continuo.
- Misunderstood | ‘Close To You’ | Otros dignos competidores por la victoria este año con Misunderstood, que siguen entregando actuaciones enérgicas y con gancho. Este fin de semana fue peor que el anterior, pero aún así, bastante digno.
https://www.youtube.com/watch?v=o9Ls76A_P8o
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