The Weeknd ha vuelto. Que claro, volver cuando no te has ido es un poco extraño, porque realmente nadie te echa de menos: su último single aún permanece en el top10 americano cuando ya estamos escuchando este nuevo. La buena noticia es que, como this is El Fnde we’re talking about, el nuevo single es un temón. Un bop. Un absoluto sí que nos hace olvidar que su timing es digno de la Rihanna de mejor época: lanzamientos cada vez que uno parpadea. Sí los queremos.
Y además, ‘Take My Breath’ se ha lanzado en single físico además de en versión digital. Porque The Weeknd sabe darle a su público boomer lo que su público boomer necesita. Pero insistimos, lo esencial de todo esto es que es un bop. The Weeknd se ha lanzado de pleno a la electrónica, al baile, a las ansias del clubbing cuando empezamos a poder hacer un poco de clubbing, al estar borracha en medio de la pista de baile haciendo el playback del tema.
♫ podéis escuchar este y otro puñado de hits en nuestro a-list de spotify ♫
Y el vídeo oficial va un poco al hilo de esta idea: aparece Abel, en un club subterráneo o lo que parece serlo -también podría ser una nave de ‘Star Trek: Whatever’, y comparte una extraña adicción con los allí presentes. El aire. Se colocan con aire, como tu amiga la que fingía ir borracha con dos Fantas de limón, pero en versión gaseosa.
Y entonces ocurre el drama: la muchacha que parece salida de un casting para substituir a Chloe o Halle en la bada -y con la que El Fnde está flirtreando- se rebela contra el artista y quiere ahogarlo con las trenzas. La Rapunzel chunga. Como de barrio malo. Rap Oonzel, la artista del urbano que te ahoga a base de hits y trenzados al cuello.
Y así acaba nuestro pobre Fnde, tirado en el suelo asfixiado y buscando aire. Que igual el ritmo que lleva tampoco ayuda a respirar libremente claro. Pero que nos quede Weeknd para rato, si las cosas van a estar a este nivel.
